miércoles, enero 31, 2007

Conclusión
En el prospecto de algunas medicinas debería indicar que al final de todo está la muerte.
Tecnología
Hay humoristas que se dedican a redactar las instrucciones de uso de ciertos aparatos electrodomésticos.

domingo, enero 28, 2007

Domingo
Ir a comprar el pan el domingo tiene algo de oración a la vida. El pan del domingo sabe mejor y más crujiente.

sábado, enero 27, 2007

Madrid
En Madrid se nos queda cara de idiota cuando anuncian que va a nevar y luego no nieva.
Oídas
He oído decir que cambiarse de acera cuando no queremos cruzarnos con alguien es síntoma de la depresión que nos acecha.

jueves, enero 25, 2007

Realidad
Los que dudan del libre albedrío como axioma filosófico que miren la cara de un niño al elegir entre sus juguetes.

miércoles, enero 24, 2007

Adaptación
A veces me llevo el ratón inalámbrico al oído, muevo el móvil sobre la superficie de la mesa o introduzco media pizza en la ranura del DVD. Es una disfunción del siglo XXI.

martes, enero 23, 2007

Dedicatoria
Para la última página de mi libro:
“.. Y quiero terminar los agradecimientos por este libro recién publicado con la mención del muchacho de la tienda de fotocopias, al que tanto dinero le he dejado al cabo del tiempo y que con tanta deferencia me ha tratado siempre”.

lunes, enero 22, 2007

Edad
Cada día que pasa me apetece menos discutir. No quiero discutir con nadie, ni siquiera conmigo mismo.

domingo, enero 21, 2007



Gatos

Por lo visto es ahora el tiempo del celo de los gatos. Maúllan y se vuelven locos de deseo. Los machos son capaces de recorrer kilómetros y kilómetros en busca de una hembra. Según parece, en el mundo de los gatos las hembras escasean.
El mecanismo del cortejo es el siguiente: los enamorados se sitúan alrededor de la hembra, formando un círculo. Entre ellos se vigilan, mientras ella espera, loca de amor. En todas las ocasiones que uno de los novios se atreve a salir del círculo, el resto se le echan encima y entre todos hacen que retroceda a su posición inicial. Así pueden estar horas, atacándose unos a otros, maullando, deseosos, hasta que finalmente uno de los pretendientes percibe una señal de la hembra que le da fuerzas para enfrentarse al resto. Los doblega, hace que abandonen y huyan, y se queda con ella, para casarse.

jueves, enero 18, 2007

Hospitales (V)
Del salteado de verduras del menú de un enfermo han huido todos los colores.

En la habitación del enfermo, la cortinilla del plato de la ducha recuerda películas de miedo.
Hospitales (IV)
Las enfermeras cortas de vista ni siquiera ven a los enfermos.

Desde fuera y por la noche, un hospital parece un barco a la deriva, con múltiples camarotes sin conexión entre sí. Desde dentro, también.

Estar en un hospital puede sanar, sí, pero lo que es seguro es que cansa.

Cuidado con mirarnos en el espejo del cuarto de baño de la habitación del enfermo.

El celador que cambia las sábanas parece en momentos determinados un mago que fuera a hacernos desaparecer.

No vale de nada llevar los bolsillos llenos de migas de pan cuando ingresas en un hospital.

Por el vestíbulo principal de un hospital es por donde más almas de enfermos vagan. También vagan cerca de las ventanas (que siempre abren mal) porque no han perdido la esperanza de que les den de alta. No saben que a las almas nadie les puede dar el alta.

El médico, en la hora de visita, va dejando una estela (creo que dorada), habitación por habitación.

martes, enero 16, 2007

Otra vez hospitales
Nos alegramos secretamente de que el enfermo de la habitación contigua se encuentre peor que nosotros.

Las puertas giratorias de los hospitales no significan nada. Solo son puertas giratorias.

En la contabilidad de la Administración de los hospitales hay un apartado para los sanados y otro para los fallecidos. Al principio esa contabilidad se llevaba con palotes. Ahora Windows permite llevar una hoja de cálculo.

A las revistas que se le llevan a los enfermos a los hospitales se le borran las letras a las 24 horas. A los bombones que se les regala se les va el sabor a las 2.

Todos los visitantes de los enfermos están unidos por un hilo invisible que se rompe a la hora del término del horario de visita.

El oxígeno que se le suministra a algunos enfermos no es porque lo necesiten. Es porque así ven alguna burbuja.

No es cierto que los mejores cirujanos den la vuelta al ruedo al salir del quirófano.

Algunas enfermeras levantan la jeringuilla como si fueran a batirse en duelo.

lunes, enero 15, 2007

Más hospitales
Un señor llevó a la sala de Urgencias de un hospital la lista de todos sus propósitos para el 2007.

Los virus y las bacterias salen a la puerta del hospital para hacerle la ola a los que sanan definitivamente.

Más de una puerta giratoria de hospital ha guillotinado a enfermos despistados.

domingo, enero 14, 2007

Hospitales
En la puerta de los hospitales hay un contador que corre. No sabemos qué ni a quién cuentan.

Toda la comida de los hospitales se cocina en una sola perola.

Hay algunos camilleros de hospitales que llevan la L en la espalda.

Los peores enfermeros son los que te la juran al verte llegar a un hospital.

No sé por qué, pero los fonendoscopios de los médicos me recuerdan a los mineros.

Hay enfermedades que se quedan cuando el enfermo se va.

Al final, los enfermos de habitaciones contiguas traban amistad y terminan intercambiándose las pastillas.

Hay enfermos a los que les gusta arrastrar los pies por los pasillos. Por eso están siempre tan relucientes (los pasillos).

En las neveras de las cafeterías de los hospitales hay sangre envasada.

Los peores médicos son esos que, al verte convaleciente y ojeroso en la cama, te agarran de los mofletes para preguntarte cómo estás.

viernes, enero 12, 2007

Verdad
Hay gasolineras en las que parece que, aparte del carburante, están para llenarte el depósito de tristeza.
Autobús
Hay algo tierno en ver a la gente correr hacia la parada del autobús. Hay gente que no logra llegar a tiempo y lo ve marcharse. Si no se desesperan se sientan y esperan el siguiente. Si se desesperan, también.
Fatalidad
Qué forma más estúpida de morir la de los insectos que se estrellan contra el parabrisas del coche en la carretera.

jueves, enero 11, 2007


Reyes

La escarcha está fuera. Mira por la ventana con un trozo de papel de regalo arrugado en las manos. Cuando vuelve la cabeza veo que sonríe. Tiembla de frío.
Sus pies producen un sonido tremendo cuando vuelve a la cama.

lunes, enero 08, 2007

domingo, enero 07, 2007

Alzheimer
El hombre veía el mar desde la ventana. Todos afirmaban que aquello era Madrid y que tras los cristales solo podían verse dos acacias tristes y una farola de luz amarillenta, pero él decía, por ejemplo: “mañana, marejadilla”. O: “mañana, marejada de fuerza dos”. Y se quedaba tan tranquilo, con cuidado de que el agua salada de las olas que rompían en el alfeizar no le alcanzara la suela de las zapatillas de paño.

Tenían miedo de que dañara a quien más quería. El hombre amenazaba con la garrota a su nieta y, en cierta ocasión, le atizó en la cabeza. A la niña le afloraron a los ojos unas pequeñas lágrimas y él rió como ríen los niños.

Solo se tranquilizaba si le enseñaban un álbum de fotos en el que se viera cuando era pequeño. Acariciaba las fotos en blanco y negro y decía: “quien soy yo, quien soy yo...”

Le habían dicho a los familiares que no le mencionaran la palabra MENTIRA. Por lo visto a estos enfermos les hace mucho daño oírla.

Se quedaba mirando con ojos de tortuga y sonreía con sorna. Parecía que diría algo interesante. Pero callaba.

Si comenzaban a contarle una historia él la continuaba, pero al rato se quedaba con la boca abierta y la historia parecía evaporarse en el aire.

Le parecía que lo más bonito del mundo era la válvula de la olla exprés.

No comprendían su obsesión por el mar si él era de tierra de páramos. Quizás la culpa la tuviera José Antonio Maldonado, con esas palabras que utilizaba a la hora de la cena: marejada, marejadilla... También a la chica que presenta el telediario la llamaba Doña Concha y se excusaba por no haber hecho los deberes. “No me dé con la vara, Doña Concha, no me de con la vara...”, decía.
Seguro
Los álbumes de fotos se hablan entre ellos.
Personas
Por lo visto algunas personas tienen un hilo fino que une sus orejas a través del interior de sus cabezas. Si este hilo fino se rompe se produce el cataclismo.
Cine
Ir al cine solo produce ganas de arrellanarse en la butaca. Hay alguno que en la soledad del cine se arrellanó y se arrellanó y se arrellanó y al final fue engullido por el monstruo del celuloide.

sábado, enero 06, 2007

Encajonado
Los volúmenes y la geometría se confunden cuando subes al ascensor con una mujer de escote superlativo.
Soledad
Cuando acudimos a una cita y esperamos más tiempo de la cuenta nos da la impresión de que la gente se ríe de nosotros.

jueves, enero 04, 2007


Sentidos

El goce, uno de los ingredientes de la felicidad. Hay momentos en los que se exacerban los sentidos y parece que todo lo que tocamos lo tocamos con un guante de seda. Curvas, ángulos. La piel suave. Un músculo. Dónde todo termina. El lugar en el que comienza. Un suspiro. La verdad. Sí, el goce.

miércoles, enero 03, 2007

martes, enero 02, 2007

Navidades
Las colonias que nos regalamos unos a otros en navidades son un río que va a dar al mar...
Fortaleza
Hay gente que no aguanta nada. En cuanto acuden a un centro comercial les salen legañas en los ojos. Me recuerdan a los que en la mili se quejaban por todo.

lunes, enero 01, 2007

1 de enero
Ordenar el caos de la mesa de trabajo es dar el primer paso para comenzar a ordenar el caos del mundo.


De compras

Apoya sus codos en el carro del supermercado. Mira alternativamente el número del papelito que tiene en una de sus manos y el del marcador de la pared. Le llama la atención la diligencia de los carniceros al otro lado del mostrador, las prisas de la gente y la mirada de los cochinillos puestos en fila tras la vitrina. Me dice al oído que esa mirada le recuerda algo.