viernes, junio 29, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo D)

Loli está triste. Loli está con su chico, pero está triste y también cansada. Le duelen las piernas de estar a pie firme en la caja número seis. Es duro el oficio de cajera. Es duro que te falte dinero al final de la jornada. Sucede de vez en cuando. Hoy veinte euritos.  

Es viernes. Su chico y ella están lavando el Ibiza. La máquina vomita espuma blanca y las gamuzas de colores acarician la carrocería. En el maletero esperan las bolsas con las bebidas. Loli tiene ganas de llegar al césped, saludar a la gente y  beber su ron con limón en un vaso de plástico. Si tuviera hielos se bebería un cubata ahora mismo, mientras va surgiendo el brillo rojo del Ibiza bajo la espuma. Quizá así se le quitaría la tristeza, este manto que le arropa las piernas. Se le pasará —está segura— con dos, tres, cuatro cubatas.

Loli mira a su chico de reojo. ¿Es este muchacho el mismo del instituto, aquel que se hacía el gallito con los profesores? ¿O ya se le ve en la mirada cierta mansedumbre? ¿Es el que se iba a comer el mundo, que ahora suspira por veinte euros para gasolfa? ¿Es el mismo que antes la abrazaba con fuerza el que ahora le causa irritación si se le arrima demasiado?

Definitivamente Loli está cansada. Loli necesita un par de cubatas.

miércoles, junio 27, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo C)

Juan conoce en los bares a gente rara.

No quiero juzgar, pero es verdad que hay gente rara de cojones, le dice al hombre que se  acoda junto a él en la barra.

Claro, dice el otro, tú mismo eres raro. Yo soy raro. Mira al camarero.

El camarero no es raro. El camarero es bizco, tío, y no es culpa suya. Dice Juan. Por ejemplo: Conozco a uno que trabaja de enterrador y que entierra completamente borracho a los muertos. Eso es ser raro. Está borracho desde por la mañana temprano. Alguna vez no va a acertar en el agujero con el muerto, te lo digo yo. Se ríe delante de los deudos. Se ríe con una risa floja que pone nervioso.

¿Hace daño a alguien?, pregunta el contertulio.

No creo. Si luego es un buen chaval. Dice que bebe porque no aguanta tanta tristeza.

Lo importante es que no sea un hijo de puta. ¿Es un hijo de puta?

No, dice Juan.

Pues entonces déjale que se ría.

lunes, junio 25, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

Pili se ha pintado el pelo de azul. Pili se compra ropa en tiendas en las que solo admiten jovencitas estreñidas. Pili camina más erguida, ella misma lo nota. El otro día desayunó café con churros, y al día siguiente también. Y sin remordimientos. Y sin ardor de estómago, con lo mal que le sentaban antes. A Pili le ha cambiado la vida León, su nuevo amor. A Pili le ha cambiado León hasta el metabolismo.

Lo último es que Pili quiere arreglarse las tetas. Pidió hora en una clínica en la que tenían el aire acondicionado al máximo. En la sala de espera todas tiritaban. Pasó a consulta y el médico le dio presupuesto detallado después de pintar con rotulador su pecho. Un poco por aquí, un poco por allá.

León, mi amor, que voy a tener tetas caribeñas.

Mi amor, que tus pechos ya son hermosos.

Me da igual. Las quiero grandes y empinadas.

Será muy caro.

No tanto. La crisis. Con la crisis todo baja. Y además, se pide un crédito. Los créditos los deniegan para el ladrillo. Para unas buenas tetas me lo dan nada más pedirlo. 

Mi amor.




viernes, junio 22, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo A)

Nuri pone encima de la mesa una bandejita con una ensalada y un yogur y se dispone a cenar frente al televisor. El verano está aquí. La ventana abierta deja entrar un poquito de aire, lo suficiente para echar de menos la calle. Nuri quiere irse de vacaciones. Hay un club de separados al que pertenece que organiza viajes. No le importaría apuntarse a un crucero. Quizás en un barco de esos le sonreiría la suerte y conocería a un hombre verdadero, un ser íntegro. Sería un ser generoso, guapo, guapísimo, que vendría escaldado de una relación anterior, como ella, igual que ella, y que, nada más verla, la reconocería como la mujer de su vida.

Nuri aparta la bandeja con la ensalada y el yogur y se estira en el sofá. Comienza a acariciarse. Sí, ¿cómo se llamaría? Andrés, por ejemplo. Se conocerían en la cubierta principal y él…

miércoles, junio 20, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero D)

Ion Taina acude a Correos para enviar un giro internacional a su país.

¿Cuánto es el comisión?
           
Ocho cincuenta hasta trescientos. Once hasta quinientos — dice el empleado de Correos, que le suministra el formulario verde.

Mucho el comisión, demasiado el comisión —dice Ion, que todos los meses se queja de lo caro que resulta enviar el dinero.

Ion rellena el formulario con parsimonia. Aprieta el bolígrafo. Tiene una letra limpia y clara. Luego cuenta el dinero y lo pone encima del mostrador.

Se dirige al funcionario de Correos, pero en realidad se habla a sí mismo: Mi suegra lo espera. La comida de mi niña cuesta mucho. No me tomo ni una cafelita, todo para la Romania, todo para la Romania.


lunes, junio 18, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

Paquita está muy sola y le gustaría tener a alguien a su lado para poder ordenarle las cosas, la vida, el horario. Le tendría limpio como el jaspe y se dedicaría a hacerle feliz con todas sus fuerzas. Le haría feliz aunque no quisiera. Pero, ¿quién no desea ser feliz?

Su marido se le murió a traición, sin avisar, hace ya diez años. Era un buen hombre, un pequeño paquidermo con la piel muy dura y con ojos vidriosos que se dejaba llevar por las sendas de la rutina sin oponer resistencia. 

Sus dos hijas viven lejos. Una es la esposa de un guardia civil destinado en un pueblo de Castilla y parece que alguna característica de la Benemérita ha calado en ella,  porque cuando viene a verla en navidades le grita mucho y quiere organizarle la vida. Ya ves, organizarle la vida a ella. La otra trabaja en Londres de enfermera. Ninguna de las dos la llama a menudo. La británica dice que hablar con ella por teléfono la pone nerviosa.

viernes, junio 15, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Hubo un día en el que Casimiro estuvo a punto de ser nombrado delegado de la empresa en la zona Centro. Durante un tiempo estuvo en una nube, pero luego le hicieron bajar de ella. Se puede decir que no es delegado de la zona Centro porque no tiene un par de tetas. Nombraron a su competidora porque estaba mejor preparada, porque tenía un mejor nivel de inglés y porque luce unos pechos tan empingorotadoque provocan el mareo en el señor que se le ponga delante.

Su jefe le llamó al despacho y se lo explicó como el profesor al alumno, didácticamente. Te falta ambición, acabó por decirle, resumiéndolo todo. Durante unos días a Casimiro le pareció más amargo el café de la máquina. Y también: más lenta la fotocopiadora, el despacho compartido más estrecho, los pasillos más lúgubres.

Cuando la empresa sea absorbida por los holandeses se producirá —siempre sucede— un nuevo cambio de papeles. Algunos caerán y otros ascenderán. Los hay, también, y ahora, que están en el paro, debido a la crisis. Casimiro, con su edad, solo aspira a mantenerse ahí. Está dispuesto a atarse a la máquina del café, o a encerrarse en el ascensor, o a camuflarse vistiéndose de armario, pero no quiere, por favor, que le manden al paro.



miércoles, junio 13, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

Mario le echa un vistazo al resultado de los análisis. Colesterol y ácido úrico altísimos, que se suman a la hipertensión de siempre. El médico le asustó. Marga, mientras le acariciaba la calva, le dijo que no quería quedarse viuda. Y no sonrió: simplemente abrió mucho los ojos, como cuando amenaza a sus alumnos. Sus dos hijos hace tiempo que se ríen de su barriguita. Juan atribuye todos sus males al paro, a la ociosidad, a la ausencia de esperanza, pero sigue las indicaciones del médico y a primera hora de la mañana sale a caminar. Una hora. A paso rápido. Hasta que sude, le ha dicho el médico.

Resulta que la calle está llena de gente que camina. Mujeres que más que andar trotan, de cuatro en cuatro, de cinco en cinco, ocupando la acera. Hombres que dan pasos larguísimos, como si estuvieran enfadados y tuvieran prisa por llegar a la próxima esquina. Una barrendera guapísima con gafas de sol, un operario que carga una bombona de oxígeno, una pareja de ancianos —ella con moño, él con bastón— que espera en un paso de peatones.

Un señor que pasea al perro se queda mirándolo cuando el animal encoge las ancas y aprieta. Un momento de expectación. ¿Ya? Pregunta el dueño en voz baja, con mirada extasiada. Parece que no. ¿Ya? Pregunta de nuevo. Y ya parece que sí, que el perro ha defecado y que pueden continuar.

Juan suda y sí, disfruta de la mañana. Luego comprará el pan, hará las tareas de la casa y mandará cincuenta currículos. O mejor, cien.

lunes, junio 11, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

Todos los viernes a la señora Gladys la asaltan presentimientos. Ella procura contrarrestarlos con mucho ajetreo en la cocina, pero los presentimientos, según avanza el viernes, se adueñan primero de su cabeza y después de su pecho, lugar en el que anidan hasta que llega por fin Facundo de la obra, sano y salvo. Ella no sabe cómo va a llegar su marido porque a él y a sus compañeros les gusta tomar y tomar el día de paga. Comienzan bebiendo tranquilamente y acaban añorando su país, beodos y pendencieros. Comienzan echándose la mano al hombro y acaban tirando de navaja. Su Facundo procura ser de los primeros en volver a casa, porque sabe que allí está Gladys, con un plato humeante encima de la mesa y su pecho como un velero en el que atracar, pero hay otros que están solos, que duermen en habitaciones hediondas y hasta los hay que duermen en casetas de la luz o en la calle, y esos son los que más toman y a los que se le pone la cara compungida y se defienden a gritos y navajazos.

viernes, junio 08, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe está sentado en el banco, junto al estanque, entre sol y sombra. Un cisne retuerce su cuello con elegancia pero el señor Felipe lo desprecia y mira a lo lejos, a la línea del horizonte que va a morir en el centro comercial. El señor Felipe ha visto muy poco, pero ha visto lo suficiente: a su lado, en el banco, una adolescente fuma.

No fumes, nena. Le dice.

Váyase a tomar por saco, contesta la muchacha.

Fumar es malo. ¿Quieres un chicle?

No.

En unos años te ahogarás cuando eches a correr.

No necesito correr.

Nena, eres muy joven, así que debo decirte que te queda mucha vida para correr. Te perseguirán.

¿Quién me va a perseguir?

Los malos. Te perseguirán los malos y tendrás que correr.

miércoles, junio 06, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo D)

Le dice el encargado a Loli que saque las naranjas del lineal, que coloque manzanas en pirámide y que ponga barquetas de setas al lado de los pimientos. No llega la hora de la merienda nunca y cuando llega le cuentan las compañeras cosas sobre las cacas de sus críos recién nacidos o sobre las hipotecas o sobre sus maridos que se fueron de juerga el sábado, y a Loli le parece que está encerrada en una jaula y que vive comiendo el puto alpiste que le da la empresa, así que cuando termina el cigarrito y vuelve de la merienda está decidida a estudiar para hacer el acceso al módulo de segundo grado y hacer uno de fotografía, de electricidad o peluquería. Lo que sea, pero no verle más el careto a este tío de las manzanas y de los pimientos que se le acerca demasiado cuando le habla. Rescatará los libros del armario escobero en el que los guardó o mejor se meterá ella en el armario, retirará las escobas y los cepillos y allí mismo se pondrá a estudiar como le aconsejan sus viejos, sin respirar, concentrada, sola en el armario escobero.

lunes, junio 04, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo C)

Juan es el más inoperante de los maridos y un desastre como padre de tres hijos, pero de todos sus defectos el que en general irrita sobremanera a su familia es esa manía de reírse a destiempo y poner cara de estúpido cuando alguien cuenta algo extremadamente serio.

Se ríe cuando la vecina cuenta al subir al ascensor que a su nieto le han diagnosticado una enfermedad rara y muy grave que se llama Anemia de Fanconi y ni siquiera espera a que la buena señora explique algo de los síntomas para, entre carcajadas, comentar que “debe ser chungo no poder comer pasta italiana Fanconi pero que seguro que el crío puede comer pastas Gallo”. La señora sube al ascensor, aturdida por la falta de sensibilidad de Juan, al que su hijo mayor le dice “papa, ¿estás tonto o qué?

Juan se larga al bar, a tomarse el primer copazo de la tarde y a esperar que le aflore la sensibilidad, que normalmente aparece a la cuarta o quinta copa. Entonces sí, entonces a Juan se le pone cara de concursante televisivo a la hora de perder los millones del gran premio y ya es capaz de confesar en la barra al mismo diablo o a cualquier voluntario de ONG, lo mismo le da.

viernes, junio 01, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

Son las cuatro de la mañana y Pili vuelve a casa. Viene del baile. Quién se lo iba a decir a ella. Casi a los cincuenta, y del baile. Y no vuelve sola, vuelve acompañada por este tío enorme, moreno, con esta sonrisa tan grande que parece el parabrisas de un coche. Resuenan sus tacones en la acera. Es una luz bonita la de las cuatro de la mañana, piensa en un segundo. Van abrazados y él le susurra algo al oído, pero Pili no se entera. No van en barca, mecidos por las olas, pero a ella se lo parece porque está levemente mareada.

León, que me mareo.

Mi amor, claro que estás mareada. Has bebido.

León, me lo he pasado muy bien.

Y yo, mi amor.

León, ¿me vas a clavar tus garras?

Sí, mi amor.

Clávame tus garras, León.