Preparamos el viaje a la playa. El equipaje. Busco en Google la forma de llegar.
Yo elijo tres libros y los meto en la maleta, a escondidas. También me acuerdo de las pastillitas para la diarrea, que uno es propenso.
Mi hija hace el traspaso de poderes. Le cede sus dos hámsters y su pareja de canarios al vecino. En un par de folios van todas las instrucciones, con diagramas y calendario incluido. No sospecha este niño que se hace cargo de estos bichos cuánto se lo agradecemos.
Es de noche. Acabamos con los restos que hay la nevera. Unos tomates, anchoas, queso. Unas croquetas congeladas.
Hoy ya estábamos en nuestra casa de forma provisional.
Hasta la vuelta.