domingo, junio 28, 2009

Domingo

Mañana de domingo. Estoy preparando el desayuno. Por las ventanas que estuvieron abiertas toda la noche entra todavía el fresco, aunque el sol esté ya en lo alto. Huele a café. Y, aunque parezca mentira, y estando a más de 400 kilómetros del mar, el aire huele a sal, a arena de playa, a bronceador.

3 comentarios:

M. dijo...

Hombre, pues eso no sé si es un placer o una putada :)

la luz tenue dijo...

Pues yo creo que las dos cosas, placer y putada. Sea como sea, las vacaciones son ya inevitables.

Ana dijo...

Ustedes no tienen tantas distancias para llegar a los lugares lindos de veraneo.
Acá en Bs Aires vivimos negados por la naturaleza de belleza.
Lo más rápido a veces es ir a las playas uruguayas.Las carreteras por lo menos son menos concurridas y ordenadas y los lugares màs bonitos.Mar de Plata ya es una romerìa continua.Lo mismo los otros lugares de la Provincia de Bs Aires.
Nosotros tenemos tiempo compartido en las montañas del Sur ,yo viajo en auto porque el aviòn me da miedito.
Tenemos ,para gozar de la vida ,que hacer el viaje en cuatro dìas.Hay que manejar seis horas en cada uno de ellos.