viernes, julio 13, 2012

jueves, julio 12, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

Paquita está muy sola y hace un enorme flan de coco. Mide milimétricamente todos los ingredientes, los mezcla y bate, y mete al horno la flanera. Es tarde y se siente sola. En verano la soledad se agrava.

Al rato saca el flan. Podría ser un regalo. Le gustaría llevárselo al señor Felipe, el vecino del Bajo A, pero no sabe cómo reaccionará. Es un hombre tan arisco. Probablemente se lo tiraría a la cara. O quizás lo rechazaría aduciendo que es demasiado azúcar.

El pastel permanece sobre la mesa unos minutos. Paquita duda. Luego come la mitad con una cucharita y tira la otra mitad a la basura.  

lunes, julio 09, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Casimiro Luengo tiene que pagar la hipoteca del apartamento de la playa. Casimiro y su mujer van al Mediterráneo varias veces al año, y luego un mes en verano. Todos los veranos desde hace cinco, cuando lo compraron. Sus hijos no quieren ir con ellos porque se aburren.

En un fin de semana recorren más de cuatrocientos kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para subir las persianas, abrir los grifos, limpiar el polvo. El apartamento está amueblado, pero Casimiro siente la desolación de esos setenta metros. La siente desde el primer día. Cree que no hay un fantasma en el apartamento porque no habría sitio para los tres. Piensa que en este lugar tan pequeño, si gritara, habría eco. Este es el sitio de su ruina, el recuerdo de que en su vida hubo mejores momentos y otras expectativas.

Casimiro paga una mensualidad de la hipoteca del apartamento, una derrama de la comunidad para volver a asfaltar las pistas de tenis de la urbanización, otra para arreglar los toldos de los soportales, otra para repintar la piscina. Un dineral.  

Su mujer y él salen a pasear. Si no hace frío se descalzan y pasean por la playa. Andar por la arena es muy bueno para los juanetes y para la circulación de la sangre, dice su mujer. Llevan los dos los zapatos en la mano. Las olas se oyen a lo lejos. A veces ese ruido le parece una amenaza.



viernes, julio 06, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

Mario es ingeniero químico, pero ha hecho varios cursillos de formación desde que está en el paro. Uno de ellos fue el de carretillero. También realizó uno de Word, otro de Excel, otro de páginas web, otro de inglés, otro de biblioteconomía. Eso fue hace tiempo, porque ya ni siquiera se imparten cursos a los parados. Eso fue antes de estar desesperado.

Hoy está citado para una prueba de carretillero en una empresa de transportes. El lugar del examen es una nave enorme. Hay cuatro carretillas elevadoras puestas en fila para la prueba práctica, pero antes de nada las cincuenta personas citadas deben hacer un test de personalidad. Entre las preguntas a contestar están las siguientes: ¿Alguna vez, aunque sea solo una, has sentido la tentación de matar a tu padre? ¿Qué es más perfecto: el mejor de los poemas o el mecanismo de una pistola? ¿Crees que todo en esta vida tiene un precio?

Mario lee estas primeras preguntas y luego decide poner C en todas las respuestas, sean las que sean. Es el primero en entregar el test. Le dicen que espere, y espera mirando las carretillas elevadoras.
             

miércoles, julio 04, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

La señora Gladys viaja en metro como quien realiza un crucero por el ancho mar. Sube y baja por las escaleras mecánicas, mira y remira a toda la fauna con la que se cruza. Disfruta del paisaje. En el vagón ve jovencitas engalanadas, muchachos pegados a unos auriculares, gente que lee libros, hombres encorbatados.

Todos tienen algo que hacer pero le parece a Gladys que hoy nadie debe cumplir misión más importante que ella. Lleva en una pequeña carpeta los papeles de Facundo y los suyos para renovar el permiso de residencia. Todo está correcto, o eso le parece. Esperará una larga cola para entregarlos y, si todo va bien, a media mañana tendrán los dos un nuevo NIE.

Le sonreirá a la señorita que atienda su expediente. Se sentará firme en la silla. Le ofrecerá un caramelo de menta que lleva en el bolsillo. Y volverá a casa con los papeles renovados, hará la comida, esperará a Facundo y todo estará bien. No le importará ver a gente en la cola que llore o que se desespere, porque ella lleva todos los papeles en regla, no le falta ninguno. No atenderá los reclamos de esos hombres que reparten tarjetas de visita y que se portan como buitres ofreciendo los servicios de abogados para solucionarlo todo, porque ella lo tiene todo. Por si acaso, mientras otros leen libros o escuchan música, ella va a ir rezando. Tiene tiempo: son catorce estaciones. Un padrenuestro por estación.    

lunes, julio 02, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe cena una tortillita y una manzana. La frugalidad. En la cama da un par de vueltas hasta que logra conciliar el sueño. Y sueña que se le hincha el corazón, que hay vientos huracanados que azotan su cara, que le lagrimean —como siempre— los ojos. Sueña con geómetras, con pasos de ballet, con colosos uniendo sus manos.

Luego se despierta y oye gritos y bocinazos. Se asoma a la ventana y ve banderas ondeando al viento. Oye que grupos de personas cantan una canción con un estribillo que le suena: oé, oé, oé…

viernes, junio 29, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo D)

Loli está triste. Loli está con su chico, pero está triste y también cansada. Le duelen las piernas de estar a pie firme en la caja número seis. Es duro el oficio de cajera. Es duro que te falte dinero al final de la jornada. Sucede de vez en cuando. Hoy veinte euritos.  

Es viernes. Su chico y ella están lavando el Ibiza. La máquina vomita espuma blanca y las gamuzas de colores acarician la carrocería. En el maletero esperan las bolsas con las bebidas. Loli tiene ganas de llegar al césped, saludar a la gente y  beber su ron con limón en un vaso de plástico. Si tuviera hielos se bebería un cubata ahora mismo, mientras va surgiendo el brillo rojo del Ibiza bajo la espuma. Quizá así se le quitaría la tristeza, este manto que le arropa las piernas. Se le pasará —está segura— con dos, tres, cuatro cubatas.

Loli mira a su chico de reojo. ¿Es este muchacho el mismo del instituto, aquel que se hacía el gallito con los profesores? ¿O ya se le ve en la mirada cierta mansedumbre? ¿Es el que se iba a comer el mundo, que ahora suspira por veinte euros para gasolfa? ¿Es el mismo que antes la abrazaba con fuerza el que ahora le causa irritación si se le arrima demasiado?

Definitivamente Loli está cansada. Loli necesita un par de cubatas.

miércoles, junio 27, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo C)

Juan conoce en los bares a gente rara.

No quiero juzgar, pero es verdad que hay gente rara de cojones, le dice al hombre que se  acoda junto a él en la barra.

Claro, dice el otro, tú mismo eres raro. Yo soy raro. Mira al camarero.

El camarero no es raro. El camarero es bizco, tío, y no es culpa suya. Dice Juan. Por ejemplo: Conozco a uno que trabaja de enterrador y que entierra completamente borracho a los muertos. Eso es ser raro. Está borracho desde por la mañana temprano. Alguna vez no va a acertar en el agujero con el muerto, te lo digo yo. Se ríe delante de los deudos. Se ríe con una risa floja que pone nervioso.

¿Hace daño a alguien?, pregunta el contertulio.

No creo. Si luego es un buen chaval. Dice que bebe porque no aguanta tanta tristeza.

Lo importante es que no sea un hijo de puta. ¿Es un hijo de puta?

No, dice Juan.

Pues entonces déjale que se ría.

lunes, junio 25, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

Pili se ha pintado el pelo de azul. Pili se compra ropa en tiendas en las que solo admiten jovencitas estreñidas. Pili camina más erguida, ella misma lo nota. El otro día desayunó café con churros, y al día siguiente también. Y sin remordimientos. Y sin ardor de estómago, con lo mal que le sentaban antes. A Pili le ha cambiado la vida León, su nuevo amor. A Pili le ha cambiado León hasta el metabolismo.

Lo último es que Pili quiere arreglarse las tetas. Pidió hora en una clínica en la que tenían el aire acondicionado al máximo. En la sala de espera todas tiritaban. Pasó a consulta y el médico le dio presupuesto detallado después de pintar con rotulador su pecho. Un poco por aquí, un poco por allá.

León, mi amor, que voy a tener tetas caribeñas.

Mi amor, que tus pechos ya son hermosos.

Me da igual. Las quiero grandes y empinadas.

Será muy caro.

No tanto. La crisis. Con la crisis todo baja. Y además, se pide un crédito. Los créditos los deniegan para el ladrillo. Para unas buenas tetas me lo dan nada más pedirlo. 

Mi amor.




viernes, junio 22, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo A)

Nuri pone encima de la mesa una bandejita con una ensalada y un yogur y se dispone a cenar frente al televisor. El verano está aquí. La ventana abierta deja entrar un poquito de aire, lo suficiente para echar de menos la calle. Nuri quiere irse de vacaciones. Hay un club de separados al que pertenece que organiza viajes. No le importaría apuntarse a un crucero. Quizás en un barco de esos le sonreiría la suerte y conocería a un hombre verdadero, un ser íntegro. Sería un ser generoso, guapo, guapísimo, que vendría escaldado de una relación anterior, como ella, igual que ella, y que, nada más verla, la reconocería como la mujer de su vida.

Nuri aparta la bandeja con la ensalada y el yogur y se estira en el sofá. Comienza a acariciarse. Sí, ¿cómo se llamaría? Andrés, por ejemplo. Se conocerían en la cubierta principal y él…

miércoles, junio 20, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero D)

Ion Taina acude a Correos para enviar un giro internacional a su país.

¿Cuánto es el comisión?
           
Ocho cincuenta hasta trescientos. Once hasta quinientos — dice el empleado de Correos, que le suministra el formulario verde.

Mucho el comisión, demasiado el comisión —dice Ion, que todos los meses se queja de lo caro que resulta enviar el dinero.

Ion rellena el formulario con parsimonia. Aprieta el bolígrafo. Tiene una letra limpia y clara. Luego cuenta el dinero y lo pone encima del mostrador.

Se dirige al funcionario de Correos, pero en realidad se habla a sí mismo: Mi suegra lo espera. La comida de mi niña cuesta mucho. No me tomo ni una cafelita, todo para la Romania, todo para la Romania.


lunes, junio 18, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

Paquita está muy sola y le gustaría tener a alguien a su lado para poder ordenarle las cosas, la vida, el horario. Le tendría limpio como el jaspe y se dedicaría a hacerle feliz con todas sus fuerzas. Le haría feliz aunque no quisiera. Pero, ¿quién no desea ser feliz?

Su marido se le murió a traición, sin avisar, hace ya diez años. Era un buen hombre, un pequeño paquidermo con la piel muy dura y con ojos vidriosos que se dejaba llevar por las sendas de la rutina sin oponer resistencia. 

Sus dos hijas viven lejos. Una es la esposa de un guardia civil destinado en un pueblo de Castilla y parece que alguna característica de la Benemérita ha calado en ella,  porque cuando viene a verla en navidades le grita mucho y quiere organizarle la vida. Ya ves, organizarle la vida a ella. La otra trabaja en Londres de enfermera. Ninguna de las dos la llama a menudo. La británica dice que hablar con ella por teléfono la pone nerviosa.

viernes, junio 15, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Hubo un día en el que Casimiro estuvo a punto de ser nombrado delegado de la empresa en la zona Centro. Durante un tiempo estuvo en una nube, pero luego le hicieron bajar de ella. Se puede decir que no es delegado de la zona Centro porque no tiene un par de tetas. Nombraron a su competidora porque estaba mejor preparada, porque tenía un mejor nivel de inglés y porque luce unos pechos tan empingorotadoque provocan el mareo en el señor que se le ponga delante.

Su jefe le llamó al despacho y se lo explicó como el profesor al alumno, didácticamente. Te falta ambición, acabó por decirle, resumiéndolo todo. Durante unos días a Casimiro le pareció más amargo el café de la máquina. Y también: más lenta la fotocopiadora, el despacho compartido más estrecho, los pasillos más lúgubres.

Cuando la empresa sea absorbida por los holandeses se producirá —siempre sucede— un nuevo cambio de papeles. Algunos caerán y otros ascenderán. Los hay, también, y ahora, que están en el paro, debido a la crisis. Casimiro, con su edad, solo aspira a mantenerse ahí. Está dispuesto a atarse a la máquina del café, o a encerrarse en el ascensor, o a camuflarse vistiéndose de armario, pero no quiere, por favor, que le manden al paro.



miércoles, junio 13, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

Mario le echa un vistazo al resultado de los análisis. Colesterol y ácido úrico altísimos, que se suman a la hipertensión de siempre. El médico le asustó. Marga, mientras le acariciaba la calva, le dijo que no quería quedarse viuda. Y no sonrió: simplemente abrió mucho los ojos, como cuando amenaza a sus alumnos. Sus dos hijos hace tiempo que se ríen de su barriguita. Juan atribuye todos sus males al paro, a la ociosidad, a la ausencia de esperanza, pero sigue las indicaciones del médico y a primera hora de la mañana sale a caminar. Una hora. A paso rápido. Hasta que sude, le ha dicho el médico.

Resulta que la calle está llena de gente que camina. Mujeres que más que andar trotan, de cuatro en cuatro, de cinco en cinco, ocupando la acera. Hombres que dan pasos larguísimos, como si estuvieran enfadados y tuvieran prisa por llegar a la próxima esquina. Una barrendera guapísima con gafas de sol, un operario que carga una bombona de oxígeno, una pareja de ancianos —ella con moño, él con bastón— que espera en un paso de peatones.

Un señor que pasea al perro se queda mirándolo cuando el animal encoge las ancas y aprieta. Un momento de expectación. ¿Ya? Pregunta el dueño en voz baja, con mirada extasiada. Parece que no. ¿Ya? Pregunta de nuevo. Y ya parece que sí, que el perro ha defecado y que pueden continuar.

Juan suda y sí, disfruta de la mañana. Luego comprará el pan, hará las tareas de la casa y mandará cincuenta currículos. O mejor, cien.

lunes, junio 11, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

Todos los viernes a la señora Gladys la asaltan presentimientos. Ella procura contrarrestarlos con mucho ajetreo en la cocina, pero los presentimientos, según avanza el viernes, se adueñan primero de su cabeza y después de su pecho, lugar en el que anidan hasta que llega por fin Facundo de la obra, sano y salvo. Ella no sabe cómo va a llegar su marido porque a él y a sus compañeros les gusta tomar y tomar el día de paga. Comienzan bebiendo tranquilamente y acaban añorando su país, beodos y pendencieros. Comienzan echándose la mano al hombro y acaban tirando de navaja. Su Facundo procura ser de los primeros en volver a casa, porque sabe que allí está Gladys, con un plato humeante encima de la mesa y su pecho como un velero en el que atracar, pero hay otros que están solos, que duermen en habitaciones hediondas y hasta los hay que duermen en casetas de la luz o en la calle, y esos son los que más toman y a los que se le pone la cara compungida y se defienden a gritos y navajazos.

viernes, junio 08, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe está sentado en el banco, junto al estanque, entre sol y sombra. Un cisne retuerce su cuello con elegancia pero el señor Felipe lo desprecia y mira a lo lejos, a la línea del horizonte que va a morir en el centro comercial. El señor Felipe ha visto muy poco, pero ha visto lo suficiente: a su lado, en el banco, una adolescente fuma.

No fumes, nena. Le dice.

Váyase a tomar por saco, contesta la muchacha.

Fumar es malo. ¿Quieres un chicle?

No.

En unos años te ahogarás cuando eches a correr.

No necesito correr.

Nena, eres muy joven, así que debo decirte que te queda mucha vida para correr. Te perseguirán.

¿Quién me va a perseguir?

Los malos. Te perseguirán los malos y tendrás que correr.

miércoles, junio 06, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo D)

Le dice el encargado a Loli que saque las naranjas del lineal, que coloque manzanas en pirámide y que ponga barquetas de setas al lado de los pimientos. No llega la hora de la merienda nunca y cuando llega le cuentan las compañeras cosas sobre las cacas de sus críos recién nacidos o sobre las hipotecas o sobre sus maridos que se fueron de juerga el sábado, y a Loli le parece que está encerrada en una jaula y que vive comiendo el puto alpiste que le da la empresa, así que cuando termina el cigarrito y vuelve de la merienda está decidida a estudiar para hacer el acceso al módulo de segundo grado y hacer uno de fotografía, de electricidad o peluquería. Lo que sea, pero no verle más el careto a este tío de las manzanas y de los pimientos que se le acerca demasiado cuando le habla. Rescatará los libros del armario escobero en el que los guardó o mejor se meterá ella en el armario, retirará las escobas y los cepillos y allí mismo se pondrá a estudiar como le aconsejan sus viejos, sin respirar, concentrada, sola en el armario escobero.

lunes, junio 04, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo C)

Juan es el más inoperante de los maridos y un desastre como padre de tres hijos, pero de todos sus defectos el que en general irrita sobremanera a su familia es esa manía de reírse a destiempo y poner cara de estúpido cuando alguien cuenta algo extremadamente serio.

Se ríe cuando la vecina cuenta al subir al ascensor que a su nieto le han diagnosticado una enfermedad rara y muy grave que se llama Anemia de Fanconi y ni siquiera espera a que la buena señora explique algo de los síntomas para, entre carcajadas, comentar que “debe ser chungo no poder comer pasta italiana Fanconi pero que seguro que el crío puede comer pastas Gallo”. La señora sube al ascensor, aturdida por la falta de sensibilidad de Juan, al que su hijo mayor le dice “papa, ¿estás tonto o qué?

Juan se larga al bar, a tomarse el primer copazo de la tarde y a esperar que le aflore la sensibilidad, que normalmente aparece a la cuarta o quinta copa. Entonces sí, entonces a Juan se le pone cara de concursante televisivo a la hora de perder los millones del gran premio y ya es capaz de confesar en la barra al mismo diablo o a cualquier voluntario de ONG, lo mismo le da.

viernes, junio 01, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

Son las cuatro de la mañana y Pili vuelve a casa. Viene del baile. Quién se lo iba a decir a ella. Casi a los cincuenta, y del baile. Y no vuelve sola, vuelve acompañada por este tío enorme, moreno, con esta sonrisa tan grande que parece el parabrisas de un coche. Resuenan sus tacones en la acera. Es una luz bonita la de las cuatro de la mañana, piensa en un segundo. Van abrazados y él le susurra algo al oído, pero Pili no se entera. No van en barca, mecidos por las olas, pero a ella se lo parece porque está levemente mareada.

León, que me mareo.

Mi amor, claro que estás mareada. Has bebido.

León, me lo he pasado muy bien.

Y yo, mi amor.

León, ¿me vas a clavar tus garras?

Sí, mi amor.

Clávame tus garras, León.






miércoles, mayo 30, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo A)

Nuri lee muchos libros de psicología, de esos de autoayuda que ponen ejemplos muy fáciles para que los entiendan hasta las personas que no pueden concentrarse durante un minuto en la misma idea. Gente de pensamiento disperso, como ella misma. Nuri, si quiere meditar sobre una idea, acaba pensando siempre en lo mismo: él y por qué la abandonó. Si quiere hacer un ejercicio de relajación y comenzar por los hombros y el cuello, como debe ser, acaba con tortícolis y tiene que tomarse una aspirina y dejar la relajación para otro día. Si quiere disfrutar de una actividad creativa, como le recomiendan en las páginas de esos libros en cuyas portadas figuran mariposas y paisajes con arco iris, empieza emborronando con las acuarelas y acaba haciendo un agujero en el papel y preguntándose por qué y por qué.

lunes, mayo 28, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero D)

Ion estornuda y se suena los mocos. Está solo en la gasolinera en la que trabaja. Los surtidores parecen artilugios de otra galaxia, iluminados en medio de la oscuridad. En la madrugada hay pocos cliente. A veces se acercan a la cabina en la que él se encuentra algunas prostitutas que trabajan en el polígono industrial. Vienen en grupo y se ríen de él. Le ofrecen sus servicios. Eh, tú, gasolinero, le dicen. A veces son tiernas, sus movimientos lentos como cantos de sirenas salidas del fondo del mar, y otras exhiben una brutalidad inesperada, como de adolescentes malcriadas. Se llevan coca colas y chicles de los expositores, y casi siempre lo pagan. El jefe de Ion no las quiere cerca de la gasolinera, pero él poco puede hacer para espantarlas en medio de la madrugada. En cierta ocasión Ion tuvo que salir a defender a una de los ataques de un cliente atiborrado de coca. Gritó como un energúmeno en su idioma (en realidad estaba rezando a voces) y exhibió el palo de la fregona. Al final el tipo guardó la navaja, subió a su deportivo partiéndose de risa, derrapó un par de veces y se marchó.

viernes, mayo 25, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

A Paquita le gusta el señor Felipe, el vecino del Bajo A, tan formal. Quizás sea un poco mayor para ella, pero parece serio y ordenado. Va siempre tan limpio. A Paquita le encantaría ver el cajón de la ropa interior de ese hombre. Por sus calzoncillos les conoceréis. Además, siempre que se encuentran en el portal el señor Felipe le da los buenos días mirándola fijamente, como si además de los buenos días quisiera decirle otra cosa. Ella se demora un segundo, quizás dos, mira de reojo, antes de comenzar a subir la escalera con la bolsa de la compra. Mete la llave en la cerradura con la esperanza de escuchar otra palabra de ese hombre tan serio y que siempre aparenta estar de mal humor.

miércoles, mayo 23, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Casimiro hace una pausa. Se afloja la corbata y se acerca a la maquina del café. Los balances están por los suelos, todos lo dicen junto a la máquina del café. No hay ventas, ni perspectivas. La esperanza de que la empresa sea absorbida por los holandeses. Que hagan una escabechina, pero que salven algo. A los últimos les dieron el finiquito antes de navidad, un viernes. A las ocho de la mañana el guarda tenía cerradas las puertas del vestíbulo. Hacía frío. Las baldosas brillaban, pulidas y relucientes. Alguien dijo que necesitaba un café. Bajó el jefe de personal y nombró a los miembros de una lista que llevaba en las manos. Pasaron de uno en uno a una salita. Los demás pudieron subir a trabajar. Casimiro se salvó. El guarda sonreía, acariciándose la porra.

lunes, mayo 21, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

Domingo al mediodía. Están en un bar y Mario echa cuentas. Cuatro parejas, ocho personas. Mínimo cuatro rondas; cada una de ocho consumiciones. Cada ronda, aproximadamente quince o veinte euros. Veinte euros en cerveza, vino o vermut. Veinte euros que tendrá que sacar de la cartera. Veinte euros que mañana, lunes, cuando vuelva a enviar currículos, darían para un par de kilos de carne. O para cuarenta barras de pan. O para unos cuantos kilos de fruta, pongamos diez de kiwis, o quince de plátanos, que ahora están de temporada. Veinte euros.

Hace tiempo que no ven a estos amigos. Marga está radiante. Pela un langostino, come una aceituna, bebe del vaso mojándose los labios. De vez en cuando ríe a carcajadas, como si pusiera unas comillas a la conversación, como si le diera un puntapié al lunes. La situación económica, la final de futbol, los niños y su educación. Veinte euros ahora que ya no cobra paro, veinte euros que dan para veinte litros de leche, veinte euros de currículos. Pon otra ronda, le dice Mario al camarero.


viernes, mayo 18, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

La señora Gladys sale a la calle cargada con una bolsa de Carrefour y recorre unos metros hasta llegar a los setos del jardín. Se oyen maullidos y al momento hay un montón de gatos restregándose entre sus piernas. Ella saca unas tarteras, las destapa y las coloca en el suelo.

* Aquí estoy, mis mininos.

Hay arroz, macarrones con tomate, bolitas de carne, un puré verde con maiz.

Los gatos se arremolinan a su alrededor. Con el movimiento lánguido de sus cuerpos sus cabezas parecen empequeñecerse; sus rabos se yerguen, sus cuerpos se estilizan, parecen no tener columna vertebral. Cada par de ojos mira sin agradecimiento.

* Negrito, quieto ahí. Tuerto, adelántate, que se lo comen todo. Duquesa, aprovecha.

Gladys se limpia las manos en la pechera. Los gatos se relamen. Gladys quiere que llegue pronto Facundo de la obra. Está deseándolo.

miércoles, mayo 16, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe es llevado por su hijo a la consulta del oftalmólogo. Tiene cita desde hace seis meses. El médico le coloca unas gafas gordas y redondas y alternativamente cambia las lentes en cada uno de sus ojos.

—Dígame qué ve.

—Un día muy bonito.

—Digo en la pantalla de enfrente.

—Veo un elefante con la trompa inhiesta. Un coche arrastrado por la grúa. Un peine boca arriba.

—¿No ve usted letras en la pantalla?

—No.

—En la pantalla hay letras.

—Yo veo en la pantalla lo que quiero ver. A mi edad tengo derecho a ciertas cosas, doctor.

—Así no voy a poder graduarle la vista.

—Yo lo que quiero es irme a mi casa.

lunes, mayo 14, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo D)

Está Loli tendida en el césped del parque y abraza a su chico sin ganas de especular. Ya ha anochecido y ella hurga con su lengua en la de él y él en la de ella. Siente en la espalda el frescor de la hierba y alguna piedrecilla que se le clava en los omoplatos, pero todo va viento en popa con él encima, tras una jornada de códigos nulos, ventas anuladas y rosquillas en oferta. La vida de cajera de supermercado es muy dura, piensa. Sobre todo la tarde de los viernes. Él le hace cosquillas en la argolla que le cuelga de la nariz y ella acaricia con la yema de los dedos, Loli, Loli, su nombre tatuado en el antebrazo. Dentro de nada llegarán los colegas y todo comenzará a girar, de nuevo, sin parar, hasta el lunes.

viernes, mayo 11, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo C)

Como si estuviera a la sombra de una parra y con la punta de los dedos recogiera la más dulce de las uvas, Juan se acerca a la barra y, con un leve gesto de la barbilla, pide uno de los suyos al camarero, con mucho hielo y poco limón. Saborea el ron, apoya los codos. Toma posesión de su sitio, de su lugar. Este es su lugar en el mundo. Aquí se ha confesado con ojos vidriosos y también aquí ha tomado declaración a culpables compungidos con ganas de soltar lastre. No debe temer por las transaminasas del hígado, cuyos índices le acusan cada seis meses en la consulta del médico, porque tomar una copa es su única distracción y a nadie le causa mal con ello. Si acaso, a su mujer, que ya no le espera levantada cuando tarda demasiado y que no le entiende, porque nadie le entiende hasta que se toma unas cuantas, y a la cuarta él perdona al mundo y a la quinta el mundo le perdona a él.

miércoles, mayo 09, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

En la mesita del salón están los cafés y las pastas, y unas servilletas de papel muy bien dobladas en sus esquinitas. Por la ventana abierta entra un poco de fresco. En la tele, un debate, y el presentador no está sentado sino que corre de un lado a otro, señalando a la gente con una carpeta que lleva en las manos. Pili y las tres mujeres que la acompañan hablan sin quitar la vista de la pantalla. Sentadas en el sofá. Las espaldas rectas, las piernas juntas, las manos apoyadas en las rodillas. Alargan el brazo y toman el café a sorbitos, como si estuvieran purgándose. Seguramente las pastas se quedarán en la bandejita, porque engordan mucho y tienen grasas de las malas, como “las de nuestros culos”, dice Pili. Hablan del cubano con el que ella sale, y todas están muertas de envidia. Le piden detalles y ella se hace de rogar, pero finalmente lo contará todo, hasta lo que ella sueña que suceda.

lunes, mayo 07, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo A)

En las hojas que caen de los árboles está escrito todo lo que pasó, piensa Nuri. Las hojas de los árboles que caen y que embarran el suelo de la acera son la factura del tiempo que pasa. Todos nuestros actos están en una balanza que se equilibra siempre, o al final. Piensa Nuri en todo el camino recorrido para llegar hasta aquí, a esta hora de la tarde, a punto de llegar a casa para cenar y acostarse sola, como todos los días, con las persianas bajadas y el televisor encendido, odiándole y a la vez echándole de menos. Mil gestos de él que añora a diario, ahora que ya no se siente una diosa iracunda y sí una mujer dolorida. Todas las mañanas, cuando se despierta en esta casa que compraron a medias, no piensa en la puñalada que él le asestó con su traición, recién casados, sino en la parsimonia y la laboriosidad que exhibió cuando hizo el equipaje. Ni siquiera dio un portazo cuando se marchó.

viernes, mayo 04, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero D)

Ion Taina toma las medicinas para la gripe que le vendieron en la farmacia y no se cura. Ion recuerda que pidió lo mejor que tuvieran para curarse cuanto antes, pero cree que le dieron lo peor y más barato porque es rumano. La gripe se cura en unos días, le dijo la farmacéutica. Esto para la tos, esto para el malestar general. Él pidió lo mejor. Insistió. No escatimes en eso, se dijo, pues un día en la cama puede significar que no te renueven el contrato en la gasolinera. La farmacéutica sonrió cuando introdujo las medicinas en una bolsita blanca y le cobró, sonrió exactamente igual que él sonríe cuando enchufa la manguera en el depósito de los coches, haga frío o calor. Nadie le devuelve la sonrisa a él cuando está trabajando en la gasolinera, así que él ni siquiera miró a la farmacéutica cuando recogió la bolsita con un zarpazo. Ahora tiene fiebre y se le caen los mocos como si tuviera litros ahí dentro.

miércoles, mayo 02, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

Paquita llega a la cola del supermercado con el carrito lleno. La cajera maltrata los objetos. Les da la vuelta con manos expertas, buscando el código de barras. Soba los plásticos, empuja las barquetas. Parece lanzar todo con cólera hacia allí, hacia el final de su mundo de etiquetas y ofertas. Paquita la odia: Mírala: mascando chicle, con esa bata azul demasiado escotada y los ojos y los labios demasiado pintados. A Paquita le gusta colocar la compra de forma alineada y hasta simétrica. A veces compra dos packs de yogures para que el primero no se quede descabalgado en la cinta que la cajera hace moverse ante sí. A veces no compra naranjas por dejar su compra más ordenada y que la bolsa no desentone. Por eso le molesta tanto que la cajera haga eso con su compra, amontonarla. Cuando en el supermercado le toca con esta cajera el día ya no le cuadra y se le quitan hasta las ganas de ir a jugar a la petanca con las amigas.

lunes, abril 30, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Casimiro Luengo volvía de un funeral celebrado a 500 kilómetros cuando paró a echar gasolina y a tomar un café. Todo lo vivido desde esa madrugada, cuando le avisaron de la muerte de ese familiar, se le presentó en la barra del bar: las prisas del viaje, los llantos de los allegados en el tanatorio, la incredulidad ante la muerte, el estallido de los gritos de la esposa cuando dos operarios con uniforme verde introdujeron el ataúd en el hueco hecho en la tierra. Ese hombre era joven y sus arterias no habían respondido como era de esperar. La camarera le preguntó por segunda vez cómo quería la leche y entonces, Casimiro, al posar su vista en la mirada de esa mujer madura y contestar que muy caliente vio en ellos una paciencia y un brillo tan fenomenal y esotérico que consideró toda la jornada como una victoria y deseó llegar pronto a casa.

viernes, abril 27, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

No es que lo desee, pero invariablemente Mario acaba todas las mañanas viendo porno en el ordenador. Empieza mandando currículos por internet a todas las empresas de fertilizantes, pero luego su dedo de intro se cansa, desesperanzado, y teclea “sexo” en cualquier buscador. Así pasa las horas, mirando la pantalla. Ya no se escandaliza por nada, en el ordenador ha descubierto perversiones que nunca hubiera imaginado. Ya no espera llamadas del departamento de personal de ninguna empresa química especializada en fertilizantes o plásticos, su especialidad. Marga le deja la lista de tareas antes de irse a trabajar y él procura llevarlas a cabo: el desayuno de los niños, la limpieza, la compra, la comida. Todo lo hace con gusto menos mandar currículos, que le deja abatido. Cuando Marga llega por la tarde le nota los ojos enrojecidos de ver vulvas rojas, glandes enormes, posturas acrobáticas, y le anima.

miércoles, abril 25, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

La señora Gladys está siempre contenta. Cuando se marcha su Facundo ella hace la cama alisando las sábanas con golpes enérgicos. Abre las ventanas para airear la casa. Limpia y friega. Cocina ñame y fríjoles, sancocho y arepas, dejando la casa impregnada de un olor hispanoamericano. Todo lo hace mientras canta en voz tan baja que parece que el sonido solo fuera a oírse en el acantilado de sus grandes pechos. A media mañana deja la cacerola con comida humeante encima de la mesa y se pone a limpiar con esmero los cristales de las ventanas hasta sacarles un brillo inverosímil, casi lunar. Desde detrás de los visillos mira a la gente que entra y sale del portal y ahí es cuando se embelesa y sueña con una vida mejor.

lunes, abril 23, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe pasa todas las mañanas en el parque. Se sienta en un banco y mira durante horas cómo pasa la gente. Si se fijan, a los transeúntes les parece que el señor Felipe llora, pero no, no llora sino que los ojos le lagrimean a causa de un problema con sus párpados: están demasiado separados del globo ocular. Es un problema añadido a la catarata del ojo izquierdo y al glaucoma del derecho. El señor Felipe ve poco y borroso, fijando la mirada. Parece estar siempre ojo avizor, como los indios de las praderas. Con sus párpados caídos, con su pelambrera rala, parece un perro pachón que alguien hubiera abandonado al lado de los columpios.

viernes, marzo 30, 2012

No pasa nada

Las mujeres rumanas que llegan a la ventanilla y que te preguntan por el importe de una carta certificada para su país. Se lo dices y siempre acaban diciendo “no pasa nada, no pasa nada…”

Ponen encima de la mesa documentos y fotocopias, rellenan el sobre y el impreso con esas letras mayúsculas tan características de su país y luego los depositan en tus manos como quien pone a su hijo en manos de un curandero.

jueves, marzo 29, 2012

Huelga general

Ay, la huelga general. No me extraña que a esta amiga profesora de instituto le sobreviniera una depresión después de nueve días de huelga. Nos lo contaba el otro día, cenando en casa, con pelos y señales: el día siguiente era peor que el anterior, el abandono de los compañeros, la campaña de prensa en contra acusando a la profesión entera de todo lo peor… Acabó bebiendo alcohol en vaso grande todas las madrugadas. Cuando acudió al médico éste se asombró de su estado. Su marido, profesor en huelga también, no se había enterado de nada. Lo decía sosteniendo las gafas en sus manos y mirando fijamente el pimiento relleno de gambas que había en el plato.

Hoy yo estoy en casa, junto a C., después de haber desayunado. Secundamos la huelga general porque hay cosas que hay que hacer. Miro los periódicos en el ordenador y siento una tristeza y un cansancio enorme.

Estamos recién levantados, son las ocho de la mañana y sigue sin llover.

lunes, febrero 13, 2012

Evolución

Cuando en un hogar se pasa de gastar leche con cola cao por hectólitros a gastar champú a toneladas es que en ese hogar hay una niña que ya va siendo adolescente.

jueves, febrero 09, 2012

Vestíbulo

Penetra por el vestíbulo una mujer de halterofilicas espaldas cuyos largos pasos llaman la atención en el barullo de la gente que espera. Empuja la mujer el carrito de un niño que parece que volase (el carro, no el niño). Es una mujer de rostro caprino, una mujer típica del frío invierno centroeuropeo, dura y fuerte. Esquiva a la gente y se planta en el mostrador. Dice que quiere mandar los papeles a Rumanía, muchas fotocopias, que quiere que lleguen cuanto antes, que se va a separar por fin del hijo de puta de su marido.

—Es un hijo de puta que se ha vuelto a mi país cuando más lo necesitábamos.
Ni leche, ni pan, ni ostias. Mucha lata de cerveza. Eso sí, mucha lata de cerveza.

Le comunico que debe introducir los documentos en un sobre y rellenar el impreso para certificarlo. También tiene que coger un número de la ventanilla “Enviar” y esperar su turno.

Me dice, como al oído: Urgente, exprés, que llegue cuanto antes. No puedo esperar. He hablado por el móvil y todo está ya bien.

El niño me mira desde el carrito con los ojos grandísimos, bien abiertos. Se queda allí, solo, unos momentos, mirándome fijamente mientras su madre recorre el vestíbulo con grandes zancadas para recoger el papelito del turno.

lunes, febrero 06, 2012

Gente

Gente a la que ves después de muchos años. El amplio hall del tanatorio por el que circula la gente apresurada. Los suelos abrillantados, las salas numeradas. Un amigo que se ha ido (llevaba anunciándolo, el pobre, hace mucho tiempo) y su mujer y su hermano que están allí, acompañados de su familia y sus compañeros. Era una buena persona, la conclusión.

Gente a la que ves después de muchos años en un velatorio. Cuentas tu vida y te cuentan los demás la suya. Gente que ha engordado, gente que se ha quedado calva, gente que sigue viviendo como si tuviera veinte años, gente a la que no reconoces y gente que está como aquel día de la borrachera de vermú. Te enteras que uno se ha separado por segunda vez, que otro sufrió un accidente de tráfico que le arruinó la vida y que otro estuvo de camarero diez años en Londres.

Gente a la que saludas mientras despedís a un amigo. Melancolía que han contado muchas canciones. La edad que tienes, que a veces es un estandarte orgulloso y otras, una losa que arrastras.

domingo, febrero 05, 2012

Domingo

Qué puede haber mejor que meterse arrecido a las seis de la mañana en la cama en la que te espera un cuerpo calentito, del que conoces todas sus curvas y junturas. Y mientras te tumbas parece que hiciera un siglo desde que te levantaste a tomar un café, leer el periódico en el ordenador y esperar a que se enfriasen tus pies para volver a la cama, de la que el insomnio te ha sacado.