Miro por la ventana. Hay en estos días de otoño sin nubes unos minutos en la tarde en los que la luz parece estar concentrada. Como leche condensada, como café cargado.
La sombra en estos edificios tan altos es sombra, no hay duda, pero la última luz del sol de la tarde brilla más y con más intensidad. Parece que no quisiera dejar sitio a la noche, que llega.
3 comentarios:
Asi son los atardeceres otoñales, nos llegan algo melancolicos,
un placer leerte
Feliz semana
RMC
Llegue aqui buscando algo en google, me gusto tu blog. Sobre todo la frase Me muero si no escribo, Me muero si escribo. Es muy facil sentirse identificada.
Saludos
Si, los atardeceres son así, como
si quisieran quedarse un rato más,
o tal vez, ser filmados para
volverlos a disfrutar...
Siempre hermoso lo que escribes.
Un beso
BB
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