lunes, diciembre 06, 2010

La oscuridad duele

Un día tras otro, cuando me levanto en la oscuridad de la noche para ir a mear, me doy de bruces con la pared. Nunca acierto a la primera con la puerta.

3 comentarios:

David dijo...

Y aún después de desayunar, no todas las puertas que el día nos deja para abrir van a dar a la realidad. Pero eso no es tan malo, ¿no? ;)

Abrazos

Miguel Baquero dijo...

Más que la oscuridad, lo que duele es el golpetazo ;-)
Perdón, Martín

Anónimo dijo...

Lo peor no es lo de tropezarse, lo peor es llegar a una edad a partir de la cual todos los días hace falta levantarse a media noche para ir a mear.

Un beso,