miércoles, septiembre 26, 2007

Migas
Las migas extremeñas son una comida portentosa. Se hacen con rebanadas finísimas de pan duro del día anterior, humedecidas y después fritas a fuego lento junto con chorizo, sardinas, ajos, torreznos. Hay que picarlas, moverlas y revolverlas para que no se peguen. Son comida de pastores, de jornaleros. Son comida que hay que compartir con los demás en la misma sartén en la que se han cocinado. Las migas son contundentes. Fuertes y recias como se dice de una pared de piedra, un clima o una mirada.

3 comentarios:

Raquel dijo...

No sé si las que hace mi madre son una versión de las extremeñas. Ella las hace con pan cortado en cuadraditos pequeños (no importa que sean migajas). Ese pan se echa en un mojo que se hace friyendo ajos y trocitos de tocino en una buena cantidad de aceite; cuando eso está frito se le añade pimentón (sin que se requeme) y una buena porción de agua. Hay que dar vueltas al pan para que se empape todo y no dejar de darle vueltas para que no se pegue.
Mi pueblo está entre Salamanca y Cáceres. Tal vez sea algo de la zona.
Igual, se me está haciendo la boca agua.

la luz tenue dijo...

En el caso de las que hace mi madre, Raquel, son rebanadas finísimas y no migajas. No le echa pimentón porque con el del chorizo ya es suficiente. Tambíén les da vueltas, como hace tu madre, y también las empapa.
He oído que en la parte del norte de Cáceres le echan cominos, no sé si será cierto.

Lo que importa de las migas, creo, es que las hacen nuestras madres y que son comidas de siempre, comidas de familia. Para mí son un símbolo de lo que nos ata a la infancia, de lo que tardará en desaparecer de nuestra vida (porque desafortunadamente creo que alguna vez desaparecera).

Bueno, Raquel, a mí también se me está haciendo la boca agua.

la luz tenue dijo...

Ahora, Raquel, visitando tu blog, me entero de que estás en Estados Unidos. No me extraña que eches de menos las migas de tu madre.
Que te vaya muy bien por aquellos sitios tan lejanos.