jueves, marzo 06, 2008

Temores
Hay temores primigenios que duermen con nosotros. Al levantarnos, por la mañana, se quedan en la cama, esperándonos hasta que volvamos después de la cena. Pueden ser el miedo a una llamada telefónica, a un ruido extraordinario o a la tos seca de una niña en medio de la madrugada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo mucho miedo a que la niña de la tos sea la niña de Rajoy, pero que muchiiiiisimo miedo.
Por cierto, el miércoles pasado me encontré "al Luisi" en el metro. Como cuando éramos adolescentes iba a ver a su equipo de fútbol favorito, estuvimos charlando de lo divino y de lo humano, y cuando salí del vagón, el continuaba hasta Concha Espina, me acordaba de vuestras charlas acerca de los jugadores de la época, ya sabes que yo nunca he sido futbolero, y me hizo gracia.

José Sandiego

la luz tenue dijo...

Hola, Pepe.

No sé si sabes que en cierta ocasión, un sábado a primera hora, en el metro, un tío muy drogado nos sacó la navaja a Luisi y a mí, para que le diéramos el dinero.

Nos la puso en el cuello, pero el hombre no puso mucha decisión en ello. Luisi le convenció de que nos dejara ir diciéndole que llevábamos muy poco dinero, que nos íbamos de acampada, que mirara nuestras mochilas, que todo se podía arreglar... En el vagón íbamos solos. Era muy temprano.

Al final el tío guardó la navaja y se puso a charlar con nosotros. Dijo que ya atracaría a otros, que no tenía demasiada prisa. Nos despedimos de él, acojonados (sobre todo yo). Recuerdo que nos hablaba desde muy cerca y nos escupía pequeños gapos de vez en cuando, porque le faltaban algunos dientes.

Pero a lo que iba. Es que Luisi es un tío muy convincente. Tanto si habla de fútbol como si habla de política (nunca hables de política con Luisi, porque te aburrirá hasta adormecerte). Yo también le vi el otro día, pero no pudimos charlar un rato porque los dos llevábamos prisa.

Un abrazo, Pepe.