jueves, mayo 28, 2009

Cine

El domingo volví con mi hija de la sesión matinal de cine, de ver la famosa película de Hannah Montana. Ella regresó encantada, tarareando las canciones. Yo, deseoso de comerme un cocido madrileño completo, con su chorizo y su morcilla, su sopa y sus garbanzos. Para desengrasar.

3 comentarios:

Manuel Abcá dijo...

Cuando "abran" el cine de verano, tocará gazpacho.

Saludos.

conde-duque dijo...

Jajaja, el solanismo siempre nos salva.

la luz tenue dijo...

Pues sí, Manuel, con las pelis en un cine de verano, pega más eso, y una cervecita fresca.
Un saludo.

Hay que defenderse, Conde, como sea, y aunque se pase por el aro.