domingo, enero 24, 2010

Ayer

Llovió de madrugada y amaneció mojado el suelo de la calle. Por alguna razón lo que veía por la ventana me recordó a un cuento de Cheever. No consigo explicarme el motivo, porque en los cuentos de Cheever raramente llueve.

Estuve media hora en la ducha. Me afeité. (Mal, me lo hicieron ver a última hora de la tarde).

Dormí una siesta de la que salí con dolor en un hombro.

Fuimos a ver "Up in the air", la nueva película del guapete George Clooney. Parece que es una obra maestra. Eso dicen las críticas que he leído. Lo mejor de la temporada, dicen. A mí me pareció una gilipollez.

Comencé a ver en la tele, a las tantas de la madrugada, “Qué verde era mi valle”, de John Ford. Yo solo, frente al televisor y tras la charla de Garci. Qué película. De 1941. Emociona. Me fui a la cama cuando ya estaba terminando, enardecido por esos mineros galeses que cantan como fieras.

3 comentarios:

BB dijo...

Extrañaba tu tenue luz. Temía que se hubiese apagado.
De acuerdo con lo que dices de Up in the air. Para mí, fue de un aburre mortal.
Me encanta leerte.
Un beso
BB

Miguel Baquero dijo...

Me ha gustado tu juicio categórico sobre Up in the air. No la he visto, pero cuando una opinión es tan clara y rotunda suele tener razón.

Montse dijo...

Carai que día mas completo...
Sobre la pelicula up in the air, opino lo mismo que tu, una gilipollez, debo decir al respecto que el libro es mucho mas tenaz que la pelicula...!!!
Me gusta leerte.
un saludo