lunes, abril 04, 2011

Historias del cesped (II)

Eran una pareja. Todos decían que lo suyo iba en serio. De camino a casa les apetecía quedarse atrás, separarse de los demás. Los hay muy brutos, decía ella. Son mis colegas, contestaba él. Gritaban, reían, se empujaban. Andaban por las calles de Valleaguado, agazapados, y los coches de policía reducían la velocidad y los maderos, cuando les veían, sacaban el codo por la ventanilla. Durante un minuto el coche iba a su paso, en primera, y ellos caminaban más erguidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Dónde vamos a llegar con estos chicos!

(me da miedito...)