jueves, agosto 11, 2011

Agosto (8)

El agua de la piscina está helada. Introduzco la mano en ella y los dedos hacen de quilla de un barco que surcara grandes mares-

Decido volver a la toalla. Me tumbo y cierro los ojos. Zumban unos insectos en mis oídos. (Creo que les llaman cínifes). Huele a cloro y a crema bronceadora. Se me ralentiza el pulso, el corazón, el tiempo.

3 comentarios:

Jesús Garrido dijo...

Por lo visto te esperaba en la toalla, aunque en el agua hubiere sido también divertente.

Palabras como nubes dijo...

Muy buena descripción de la escena.

J&R

la luz tenue dijo...

Luego hay que volver a casa, en bicicleta. En fila de uno y con cuidado, porque los arcenes son mínimos.