Parque (IV)
A los amantes sentados en los bancos de los parques se les acaban antes las palabras.
A ver quién es el guapo que se atreve a decirle a ese niño que el tobogán por el que acaba de bajar no es el Everest.
Hay parques que para lucir un césped perfecto solo necesitarían una vaca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario