sábado, mayo 03, 2008

Desvelado

Me duermo con Mi abuelo, el librito de Valerie Mréjen, abierto sobre el pecho. Creo que sonrío antes de caer en el sueño.

Despierto a media noche pensando en un amigo al que hace tiempo que no veo. A finales de la primavera esquila ovejas. Durante el verano ejerce de bombero en los montes de Navarra, subido a una torreta, mirando con prismáticos, por si ve humo. Vive en una casa con paredes de piedra. Posee un caballo. Se fabrica su propio licor de hierbas. Es un licor que si lo bebes está rico, pero luego duele la cabeza.

Miro por la ventana. Bebo un vaso de leche.

Por las noches hay silencio, pero a veces suenan las sirenas de los coches de bomberos, que salen por ahí, a apagar fuegos. O los de la policía, que visitan las zonas de bares de copas.

1 comentario:

conde-duque dijo...

Pura poesía. Como siempre, la perfección. No se necesita más.