martes, enero 06, 2009

Cabalgata

Si consigues asistir a la cabalgata de Reyes, soportarla mirando a los ojos de los niños y ser finalmente alcanzado por un caramelazo en plena frente estarás ungido durante todo el año de una especie de dulzor interior, que no resultará empalagoso sino necesario para que los días transcurran sin repechos ni desniveles, uno tras otro, hasta la del año que viene, que volverás a colocarte a pie de cabalgata, con la frente limpia y serena, dispuesto para recibir tu caramelazo anual.

6 comentarios:

añil dijo...

Jajajaja, no lo podría haber descrito mejor, anque te han faltado los pisotones de la mamá de turno, el empujón que casi te monta en la carroza de la sirenita y el silbido en pleno pabellón auditivo del matasuegras del de al lado.

Resignación, todo sea por los niños.

Miguel Baquero dijo...

La terapia del caramelazo en tol ojo. A veces pienso que las cabalgatas en realidad sirven para enseñar a los niños como va a ser la vida: unos tíos subidos en una carroza, nadie sabe muy bien en virtud de qué meritos (como mucho, el mérito de dar coba)qe tiran caramelazos a la cabeza y uno tiene que tirarse por el suelo para cogerlos, en dura pugna con los jubilados.
Así de dura es la vida.
Un abrazo y me alegro que hayas vuelto por estos fueros, Martín.

conde-duque dijo...

¿Qué mejor manera de empezar el año: con caramelazo y con el regreso bloguero de Luz Tenue?
Yo estaba tan lejos y los pajes son tan debiluchos que era imposible que me alcanzasen desgraciadamete.
Un abrazo, JM.

Jesús Miramón dijo...

En cierta ocasión asistí a un contraataque: alguien recogió un caramelo del suelo y lo lanzó contra los Reyes Magos con tan buena puntería que fue a dar a uno de ellos, no recuerdo cual, en todo el ojo. Al pobre hombre no debió hacerle mucha gracia.

la luz tenue dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
la luz tenue dijo...

Añil: Pues sí. Y los pajes que tiran caramelos como el que echa de comer a las gallinas, pitas, pitas.

Miguel: Buen símil, como la vida misma. Y real lo de los jubilados. Puede ser peligroso enfrentarse a estos seres curtidos en mil batallas.

Conde: Amigo, a ver si es que no hay caramelazos para todos porque a alguien le está haciendo falta un crío al que llevar a la Cabalgata (y que de paso su padre reciba su caramelazo).

Jesús: No me extraña, porque los caramelazos no pueden ser dados (ni recibidos) de cualquier manera. Uno debe recibirlos en plena frente, y en estado de gracia (o en su defecto, en estado catatónico debido a las Fiestas).

Un abrazo para todos.