viernes, mayo 29, 2009

Aire

Llevar a mi padre en el coche, ahora que él ya no conduce, y verle bajar la ventanilla en cuanto se sube, como siempre ha hecho, despreciando el aire acondicionado, y que le de el viento en la cara, me hace añorar aquellos viajes largos en el Renault 6, el aire dándome en el flequillo, los ojos bien abiertos.

3 comentarios:

BB dijo...

Ese Renault, el aire despeinando
el flequillo, los ojos bien
abiertos, mientras la vida
pasa, sin sentirla...
Bellísimo,
BB

Miguel Baquero dijo...

Aquellos viajes en que uno sacaba el brazo por la ventanilla y jugaba a que la fuerza del aire se lo echaba para atrás y luego lo volvia a poner en vertical para que lo empujara el aire...

Esos eran tiempos

la luz tenue dijo...

Si, sí, amigos, echo de menos el Renault 6 y las curvas que tomaba, como si el coche estuviera siempre a punto de volcar y nosotros de salir despedidos.

¿Y el cambio de marchas en el salpicadero? Menudos brazos de Tarzán se te ponían (el derecho solamente, ahora que lo pienso).

Y ese aire que entraba por la ventanila era otro aire, mucho más fresco y que se respiraba mejor.