martes, diciembre 15, 2009

Ayer

Nevó. Débilmente, por la mañana.

Desayuné un café con leche muy cargado y muy caliente.

Me acordé del Capitán Trueno, de mi infancia, de los coches de choque en las fiestas de Vicálvaro, de una canción de la que no recuerdo el título, de las noches de finales de verano.

Miré por la ventana y apoyé la frente en el cristal frío.

Casqué una nuez.

6 comentarios:

conde-duque dijo...

Me gusta esta idea de los "Ayer". Si pudieses seguir y seguir así durante meses saldría un diario diferido buenísimo.
Yo te animo a hacerlo, aunque no es fácil.
Un abrazo.

la luz tenue dijo...

Me gustaría, Conde, me gustaría seguir con esta serie. Si consiguiera así ponerme frente al teclado a diario, imponiéndome la obligación, ganaría mucho. Creo que me vendría bien. Además, me gustaría ser sincero. Pero, como tú dices, no es fácil.
Un abrazo.

Raúl dijo...

Ya el título del relato nos remonta, no a un día anterior, sino a un "ayer" más lejano.
Un saludo.

la luz tenue dijo...

Bienvenido, Raúl. Es como recapitular.
Un saludo.

Manuel Abacá dijo...

Muy Perec, José Manuel; muy cercano, como siempre.

Un saludo.

la luz tenue dijo...

Hola, Manuel. Me acuerdo, me acuerdo.
Un saludo.