miércoles, diciembre 16, 2009

Ayer

Quedaban hojas en los árboles. Amarillas, con manchas, arrugadas.

En el trabajo, una señora, apoyada en el mostrador, me dijo: "A que estoy guapa". Yo contesté que sí, y creo que me sonrojé, y ella me contó que había ido a la peluquería, que su hija estaba de Erasmus en Austria, que estudiaba arquitectura, que le mandaba un paquete con comida. "Adios,hijo, adios", pagó, sonrió y se fue.

Pasé más de una hora en un atasco. Con vaho en los cristales.

Me enteré de que un conocido sufre una enfermedad grave. Tiene una hija que se llama como la mía.

Compré lotería.

2 comentarios:

Miguel Baquero dijo...

Así discurren las cosas, amigo. Y no sé si es hermoso o es triste (o ls dos cosas al tiempo, en lo que tienes mestría) que todas las entredas se titulen "Ayer".

la luz tenue dijo...

Seguramente es una mezcla (ya hemos hablado alguna vez de que los cuentos tristes son hermosos).