miércoles, mayo 30, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo A)

Nuri lee muchos libros de psicología, de esos de autoayuda que ponen ejemplos muy fáciles para que los entiendan hasta las personas que no pueden concentrarse durante un minuto en la misma idea. Gente de pensamiento disperso, como ella misma. Nuri, si quiere meditar sobre una idea, acaba pensando siempre en lo mismo: él y por qué la abandonó. Si quiere hacer un ejercicio de relajación y comenzar por los hombros y el cuello, como debe ser, acaba con tortícolis y tiene que tomarse una aspirina y dejar la relajación para otro día. Si quiere disfrutar de una actividad creativa, como le recomiendan en las páginas de esos libros en cuyas portadas figuran mariposas y paisajes con arco iris, empieza emborronando con las acuarelas y acaba haciendo un agujero en el papel y preguntándose por qué y por qué.

lunes, mayo 28, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero D)

Ion estornuda y se suena los mocos. Está solo en la gasolinera en la que trabaja. Los surtidores parecen artilugios de otra galaxia, iluminados en medio de la oscuridad. En la madrugada hay pocos cliente. A veces se acercan a la cabina en la que él se encuentra algunas prostitutas que trabajan en el polígono industrial. Vienen en grupo y se ríen de él. Le ofrecen sus servicios. Eh, tú, gasolinero, le dicen. A veces son tiernas, sus movimientos lentos como cantos de sirenas salidas del fondo del mar, y otras exhiben una brutalidad inesperada, como de adolescentes malcriadas. Se llevan coca colas y chicles de los expositores, y casi siempre lo pagan. El jefe de Ion no las quiere cerca de la gasolinera, pero él poco puede hacer para espantarlas en medio de la madrugada. En cierta ocasión Ion tuvo que salir a defender a una de los ataques de un cliente atiborrado de coca. Gritó como un energúmeno en su idioma (en realidad estaba rezando a voces) y exhibió el palo de la fregona. Al final el tipo guardó la navaja, subió a su deportivo partiéndose de risa, derrapó un par de veces y se marchó.

viernes, mayo 25, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

A Paquita le gusta el señor Felipe, el vecino del Bajo A, tan formal. Quizás sea un poco mayor para ella, pero parece serio y ordenado. Va siempre tan limpio. A Paquita le encantaría ver el cajón de la ropa interior de ese hombre. Por sus calzoncillos les conoceréis. Además, siempre que se encuentran en el portal el señor Felipe le da los buenos días mirándola fijamente, como si además de los buenos días quisiera decirle otra cosa. Ella se demora un segundo, quizás dos, mira de reojo, antes de comenzar a subir la escalera con la bolsa de la compra. Mete la llave en la cerradura con la esperanza de escuchar otra palabra de ese hombre tan serio y que siempre aparenta estar de mal humor.

miércoles, mayo 23, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Casimiro hace una pausa. Se afloja la corbata y se acerca a la maquina del café. Los balances están por los suelos, todos lo dicen junto a la máquina del café. No hay ventas, ni perspectivas. La esperanza de que la empresa sea absorbida por los holandeses. Que hagan una escabechina, pero que salven algo. A los últimos les dieron el finiquito antes de navidad, un viernes. A las ocho de la mañana el guarda tenía cerradas las puertas del vestíbulo. Hacía frío. Las baldosas brillaban, pulidas y relucientes. Alguien dijo que necesitaba un café. Bajó el jefe de personal y nombró a los miembros de una lista que llevaba en las manos. Pasaron de uno en uno a una salita. Los demás pudieron subir a trabajar. Casimiro se salvó. El guarda sonreía, acariciándose la porra.

lunes, mayo 21, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

Domingo al mediodía. Están en un bar y Mario echa cuentas. Cuatro parejas, ocho personas. Mínimo cuatro rondas; cada una de ocho consumiciones. Cada ronda, aproximadamente quince o veinte euros. Veinte euros en cerveza, vino o vermut. Veinte euros que tendrá que sacar de la cartera. Veinte euros que mañana, lunes, cuando vuelva a enviar currículos, darían para un par de kilos de carne. O para cuarenta barras de pan. O para unos cuantos kilos de fruta, pongamos diez de kiwis, o quince de plátanos, que ahora están de temporada. Veinte euros.

Hace tiempo que no ven a estos amigos. Marga está radiante. Pela un langostino, come una aceituna, bebe del vaso mojándose los labios. De vez en cuando ríe a carcajadas, como si pusiera unas comillas a la conversación, como si le diera un puntapié al lunes. La situación económica, la final de futbol, los niños y su educación. Veinte euros ahora que ya no cobra paro, veinte euros que dan para veinte litros de leche, veinte euros de currículos. Pon otra ronda, le dice Mario al camarero.


viernes, mayo 18, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

La señora Gladys sale a la calle cargada con una bolsa de Carrefour y recorre unos metros hasta llegar a los setos del jardín. Se oyen maullidos y al momento hay un montón de gatos restregándose entre sus piernas. Ella saca unas tarteras, las destapa y las coloca en el suelo.

* Aquí estoy, mis mininos.

Hay arroz, macarrones con tomate, bolitas de carne, un puré verde con maiz.

Los gatos se arremolinan a su alrededor. Con el movimiento lánguido de sus cuerpos sus cabezas parecen empequeñecerse; sus rabos se yerguen, sus cuerpos se estilizan, parecen no tener columna vertebral. Cada par de ojos mira sin agradecimiento.

* Negrito, quieto ahí. Tuerto, adelántate, que se lo comen todo. Duquesa, aprovecha.

Gladys se limpia las manos en la pechera. Los gatos se relamen. Gladys quiere que llegue pronto Facundo de la obra. Está deseándolo.

miércoles, mayo 16, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe es llevado por su hijo a la consulta del oftalmólogo. Tiene cita desde hace seis meses. El médico le coloca unas gafas gordas y redondas y alternativamente cambia las lentes en cada uno de sus ojos.

—Dígame qué ve.

—Un día muy bonito.

—Digo en la pantalla de enfrente.

—Veo un elefante con la trompa inhiesta. Un coche arrastrado por la grúa. Un peine boca arriba.

—¿No ve usted letras en la pantalla?

—No.

—En la pantalla hay letras.

—Yo veo en la pantalla lo que quiero ver. A mi edad tengo derecho a ciertas cosas, doctor.

—Así no voy a poder graduarle la vista.

—Yo lo que quiero es irme a mi casa.

lunes, mayo 14, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo D)

Está Loli tendida en el césped del parque y abraza a su chico sin ganas de especular. Ya ha anochecido y ella hurga con su lengua en la de él y él en la de ella. Siente en la espalda el frescor de la hierba y alguna piedrecilla que se le clava en los omoplatos, pero todo va viento en popa con él encima, tras una jornada de códigos nulos, ventas anuladas y rosquillas en oferta. La vida de cajera de supermercado es muy dura, piensa. Sobre todo la tarde de los viernes. Él le hace cosquillas en la argolla que le cuelga de la nariz y ella acaricia con la yema de los dedos, Loli, Loli, su nombre tatuado en el antebrazo. Dentro de nada llegarán los colegas y todo comenzará a girar, de nuevo, sin parar, hasta el lunes.

viernes, mayo 11, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo C)

Como si estuviera a la sombra de una parra y con la punta de los dedos recogiera la más dulce de las uvas, Juan se acerca a la barra y, con un leve gesto de la barbilla, pide uno de los suyos al camarero, con mucho hielo y poco limón. Saborea el ron, apoya los codos. Toma posesión de su sitio, de su lugar. Este es su lugar en el mundo. Aquí se ha confesado con ojos vidriosos y también aquí ha tomado declaración a culpables compungidos con ganas de soltar lastre. No debe temer por las transaminasas del hígado, cuyos índices le acusan cada seis meses en la consulta del médico, porque tomar una copa es su única distracción y a nadie le causa mal con ello. Si acaso, a su mujer, que ya no le espera levantada cuando tarda demasiado y que no le entiende, porque nadie le entiende hasta que se toma unas cuantas, y a la cuarta él perdona al mundo y a la quinta el mundo le perdona a él.

miércoles, mayo 09, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

En la mesita del salón están los cafés y las pastas, y unas servilletas de papel muy bien dobladas en sus esquinitas. Por la ventana abierta entra un poco de fresco. En la tele, un debate, y el presentador no está sentado sino que corre de un lado a otro, señalando a la gente con una carpeta que lleva en las manos. Pili y las tres mujeres que la acompañan hablan sin quitar la vista de la pantalla. Sentadas en el sofá. Las espaldas rectas, las piernas juntas, las manos apoyadas en las rodillas. Alargan el brazo y toman el café a sorbitos, como si estuvieran purgándose. Seguramente las pastas se quedarán en la bandejita, porque engordan mucho y tienen grasas de las malas, como “las de nuestros culos”, dice Pili. Hablan del cubano con el que ella sale, y todas están muertas de envidia. Le piden detalles y ella se hace de rogar, pero finalmente lo contará todo, hasta lo que ella sueña que suceda.

lunes, mayo 07, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo A)

En las hojas que caen de los árboles está escrito todo lo que pasó, piensa Nuri. Las hojas de los árboles que caen y que embarran el suelo de la acera son la factura del tiempo que pasa. Todos nuestros actos están en una balanza que se equilibra siempre, o al final. Piensa Nuri en todo el camino recorrido para llegar hasta aquí, a esta hora de la tarde, a punto de llegar a casa para cenar y acostarse sola, como todos los días, con las persianas bajadas y el televisor encendido, odiándole y a la vez echándole de menos. Mil gestos de él que añora a diario, ahora que ya no se siente una diosa iracunda y sí una mujer dolorida. Todas las mañanas, cuando se despierta en esta casa que compraron a medias, no piensa en la puñalada que él le asestó con su traición, recién casados, sino en la parsimonia y la laboriosidad que exhibió cuando hizo el equipaje. Ni siquiera dio un portazo cuando se marchó.

viernes, mayo 04, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero D)

Ion Taina toma las medicinas para la gripe que le vendieron en la farmacia y no se cura. Ion recuerda que pidió lo mejor que tuvieran para curarse cuanto antes, pero cree que le dieron lo peor y más barato porque es rumano. La gripe se cura en unos días, le dijo la farmacéutica. Esto para la tos, esto para el malestar general. Él pidió lo mejor. Insistió. No escatimes en eso, se dijo, pues un día en la cama puede significar que no te renueven el contrato en la gasolinera. La farmacéutica sonrió cuando introdujo las medicinas en una bolsita blanca y le cobró, sonrió exactamente igual que él sonríe cuando enchufa la manguera en el depósito de los coches, haga frío o calor. Nadie le devuelve la sonrisa a él cuando está trabajando en la gasolinera, así que él ni siquiera miró a la farmacéutica cuando recogió la bolsita con un zarpazo. Ahora tiene fiebre y se le caen los mocos como si tuviera litros ahí dentro.

miércoles, mayo 02, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

Paquita llega a la cola del supermercado con el carrito lleno. La cajera maltrata los objetos. Les da la vuelta con manos expertas, buscando el código de barras. Soba los plásticos, empuja las barquetas. Parece lanzar todo con cólera hacia allí, hacia el final de su mundo de etiquetas y ofertas. Paquita la odia: Mírala: mascando chicle, con esa bata azul demasiado escotada y los ojos y los labios demasiado pintados. A Paquita le gusta colocar la compra de forma alineada y hasta simétrica. A veces compra dos packs de yogures para que el primero no se quede descabalgado en la cinta que la cajera hace moverse ante sí. A veces no compra naranjas por dejar su compra más ordenada y que la bolsa no desentone. Por eso le molesta tanto que la cajera haga eso con su compra, amontonarla. Cuando en el supermercado le toca con esta cajera el día ya no le cuadra y se le quitan hasta las ganas de ir a jugar a la petanca con las amigas.