miércoles, junio 06, 2007

Cena (III)
Una pequeña mancha en el mantel de la mesa del restaurante nos hace pensar que quizás deberíamos estar en otro lugar.

Hay parejas que, sentadas a la mesa del restaurante, parecen hacerse caricias amorosas. No es verdad: se consuelan mutuamente por haber elegido aquel lugar, tras ver el primer plato.

Si en un restaurante bebemos mucho vino es posible que sea para olvidar que la comida que nos sirven está realmente mala.

Viendo algunos platos de sopa recordamos que el sistema de alcantarillado es propio de nuestra civilización y se inventó hace siglos.

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