miércoles, septiembre 24, 2008


Curvatura
En Madrid, la M-45 es una carretera larga, con curvas muy suaves pero continuas, y poquísimas rectas. Se puede recorrer con relativa rapidez, porque no suele haber atascos. En ella es fácil pasarse las salidas, porque el carril de la vía de servicio está situado siempre muchos kilómetros antes de la verdadera salida.

Cuando te equivocas y quieres hacer un cambio de sentido para volver sobre tus pasos resulta casi imposible, porque hay muy pocos cambios de sentido en esta carretera, y no están señalizados.

Si transitas por la M-45 (sobre todo de noche), y te equivocas, el espacio entre el lugar del que saliste y el lugar al que pretendes llegar puede llegar a parecer la metáfora de toda una vida.

1 comentario:

Miguel Baquero dijo...

Pues sí, señor, puede ser una metáfora. Sobre todo por lo que tiene de circunvalación, de ir dando vueltas en torno al centro sin llegar nunca a él.
Enhorabuena, tío, por esa forma de sacar poesía a lo cotidiano.