miércoles, octubre 07, 2009

Policías y ladrones

Llegan los coches de policía de vez en cuando y parece que se conocen. Es como un baile.

Ellos depositan en el suelo, con cuidado, la lata de cerveza, no vaya a derramarse, y enseñan con desgana la documentación, que está en una cartera gorda, en el bolsillo trasero del pantalón.

La madre que me parió, dicen. Lo repiten cada minuto, aproximadamente, mientras los policías les miran y esperan. La madde que me paddió, dicen, porque les faltan algunos dientes y no vocalizan bien. También les falta cabello en la cabeza. Ya son un poco mayores para estas cosas.

2 comentarios:

Miguel Baquero dijo...

Más bien son demasiado mayores. A veces me da mucha pena esa gente condenada a quedarse siempre allí.

la luz tenue dijo...

Si, pero de este tipo de gente, que todos hemos conocido, se puede escribir algún cuento. Es gente interesante, gente aplastada, pero interesante.
Voy a intentarlo (escribir algo).