domingo, abril 24, 2011

Pueblo

Todos los caminos tienen su final. Todas las cunetas están verdes. Todas las siembras están fuertes. Todos los charcos están limpios. El aire huele a humedad. El cielo está oscuro.

Nos saca a pasear la perra. Está como loca de alegría. Corre y salta. Se aleja y luego vuelve, vuelve con un correr perfecto, sincronizado, con las orejas al viento. Este cachorrillo se para frente a nosotros y nos mira. Te da a elegir: O le acaricias o se restriega contra tus piernas.

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La señora tiene casi cien años. Llueve. Está con su hija, acurrucadas las dos, asomadas a la ventana, mientras ven llover. Pasamos corriendo, pisando charcos, pero hay que parar y saludarlas. Le preguntan cómo está y ella contesta que cada vez más arrugada. Es que la tierra me llama, dice.

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A las tantas de la madrugada, en una bodega, con el estómago lleno de sopas de ajo y del primer vino cosechero del año, vino peleón y amansador de fieras, me entero de que la ginebra es uno de los mejores limpiadores de gafas que existen. Me las piden, las cedo (con un poco de miedo), las embadurnan con ginebra, las yemas de unos dedos las limpian con una servilleta. Efectivamente, al ponérmelas noto que lo que veo es más nítido, casi perfecto, que no hay bruma.

6 comentarios:

U-topia dijo...

Qué bien suena esta descripción de Pueblo... a mi me encanta el humo que sale de las chimeneas de las casas, siempre cierro los ojos y lo huelo, así sé, sin duda, que estoy en un pueblo.

¿Va en serio lo de la ginebra?

Un abrazo.

la luz tenue dijo...

Va en serio lo de la ginebra. Comprobado.

Lo del olor del humo de las chimeneas es de lo más representativo de los pueblos. Sobre todo al atardecer.

Un abrazo, Laura.

Miguel Baquero dijo...

No sabía yo eso de la ginebra, lástima que me haya operado de miopía ;-)
Y ahora en serio, hay que ver lo bonito y lo oloroso que estaba el campo estos días

la luz tenue dijo...

Es verdad, el campo estaba precioso. Yo creo que estos son los mejores días del año para pasear. Lo malo es que había que mirar de reojo al cielo, que amenazaba continuamente lluvia.

Creéte lo de la ginebra. Yo tampoco lo conocía. Seguro que es un truco de esos que salen en las revistas, tipo "no quede duro el arroz" o "abrillante la cubertería".

Anónimo dijo...

Yo creo que el Cristasol lleva ginebra... :-)

la luz tenue dijo...

No te extrañe, Alice.
El caso es que unos dedos raudos, una servilleta de papel y un poquito de ginebra dejaron como el jaspe un montón de gafas. Todos los miopes que estábamos sentados a la mesa, y éramos unos cuantos, vimos un poco más clara la situación cuando nos las pusimos.