lunes, octubre 24, 2011

Insomnio

El insomnio, que hace que me levante antes de tiempo, a las cuatro o las cinco de la mañana. Abro los ojos con algo parecido a un clic. Resisto en la cama dando vueltas un rato pero es imposible.

Tomo un café. Leo los periódicos en el ordenador, repaso blogs, siempre los mismos, ya descubro pocos que merezcan la pena, ya no busco. Y luego, a las siete, salgo a la calle a caminar. Ya no amanece como antes. Ahora amanece como si la luz del día fuera un soplo, un candil que se encendiera. En el suelo, las hojas de los árboles, las cacas de los perros. Los dueños de los animales, ensimismados, se cruzan en las aceras. Los perros se enredan con sus correas. Deberían poner semáforos para perros, y para los dueños de los perros, a ciertas horas, cuando todavía no ha salido el sol. Procuro hacer todas las mañanas el mismo recorrido y así ver a la misma gente. Todos van al autobús, al metro, a trabajar, a pasear al perro. Corren, todos corren.

Luego vuelvo a casa. Busco el coche en el aparcamiento. Yo también me voy a trabajar. Así, a las diez de la mañana, ya estoy cansado.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya se te echaba de menos, José Manuel.

Es un alivio saber que nos soy la única que se despierta en mitad de la noche con un clic, que no experimenta ese proceso de recuperar la conciencia poco a poco amodorrada por los sopores del sueño que antiguamente envolvían esos minutos mágicos del duermevela. Serán los años, seguramente...

Un beso,

la luz tenue dijo...

Lo del insomnio es un problema. Pero también, a veces, una bendición, porque esas primeras horas de la mañana son las mejores para leer, o para escribir.
Al fin y al cabo hay quien dice que dormir es perder el tiempo.

Miguel Baquero dijo...

Ánimo, amigo, que ya empieza a llover y seguro que te sacude ese muermo. Piensa solo que ya no estás encima de la moto y verás qué alegrón te llevas ;-)

Se te echaba de menos

la luz tenue dijo...

Lo de la moto amarilla y la lluvia era el colmo. Encima de la moto llueve más: comprobado.

Palabras como nubes dijo...

Muy buena descripción; el insomnio tiene su lado bueno, sí, aunque uno después parezca un fantasma el resto del día, hay algo mágico en ese "no poder dormir más".

J&R

la luz tenue dijo...

Mientras que no te lamentes de la imposibilidad de dormir, y aunque luego tengas cara de muerto, el tiempo del insomnio se puede aprovechar para muchas cosas, al mentos en teoría.