viernes, junio 01, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

Son las cuatro de la mañana y Pili vuelve a casa. Viene del baile. Quién se lo iba a decir a ella. Casi a los cincuenta, y del baile. Y no vuelve sola, vuelve acompañada por este tío enorme, moreno, con esta sonrisa tan grande que parece el parabrisas de un coche. Resuenan sus tacones en la acera. Es una luz bonita la de las cuatro de la mañana, piensa en un segundo. Van abrazados y él le susurra algo al oído, pero Pili no se entera. No van en barca, mecidos por las olas, pero a ella se lo parece porque está levemente mareada.

León, que me mareo.

Mi amor, claro que estás mareada. Has bebido.

León, me lo he pasado muy bien.

Y yo, mi amor.

León, ¿me vas a clavar tus garras?

Sí, mi amor.

Clávame tus garras, León.






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