domingo, diciembre 17, 2006

Madrugada
Sábado por la noche. Son las cuatro de la mañana. Está helando. Lo sé por los parabrisas de los coches y por cómo camina la gente.
Vuelvo de la cena que hemos celebrado los compañeros del trabajo. El estómago lleno. Siempre, carne o pescado. Siempre, pimientos rellenos de bacalao, revuelto de ajetes. Mucho vino tinto. Licores en vasos altos. Paquetes de tabaco vacíos. Buenos propósitos.
De camino a casa paso al lado de una señora muy bien vestida, muy elegante. Grandes tacones, vestido vaporoso. La señora, separada del portal unos metros, apunta y mueve arriba y abajo, con decisión, su brazo derecho, como si llevara un abanico. Creo que pretende abrir la puerta con un aparato. Paro y miro. Creo que pretende abrir la puerta del portal con un aparato de MP3.

2 comentarios:

conde-duque dijo...

Jajaja. Seguro que llevaba un pedo considerable... Y, puestos a especular, seguramente el MP3 le había tocado en el sorteo de la cena de empresa.
PD: Cuidado, Luz Tenue, que la de esa mujer elegante es una imagen navideña muy provocadora... y peligrosa.

conde-duque dijo...

Veo ahí claramente el comienzo de un relato o de una película...