martes, enero 30, 2007

Peluquero
Cuando voy al peluquero procuro no llevarle la contraria

2 comentarios:

conde-duque dijo...

Son muy poderosos los peluqueros. Nos tienen acojonados. Siempre sospechas que les caes mal y que se van a tomar la justicia por su mano haciendo un trasquilón...

la luz tenue dijo...

¿Y la forma que tienen de sonreir? Con ese fruncir de labios, con esos ojos chispeantes que miran al espejo, que te refleja a ti.
Ves los mechones de pelos sobre esa especie de babero que te ponen y piensas: "Dios mío, quiero acabar con esto, quiero acabar con esto..."