Ayer
Vi el sábado pasar.
Una mujer, en la cola del supermercado, al volverse, casi me metió el dedo en el ojo y luego me pidió perdón riéndose.
Comí lentejas y bebí vino tinto.
Vi un partido de fútbol y me aburrí, y pensé en cosas que debo hacer.
Me acosté sin sueño y leí unas páginas de Carver en las que se habla de una madre triste.
1 comentario:
Algo de Carver irreverente se le adivina siempre. Y qué bien resulta.
DR
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