Aquiserá (II)
No pude resistir la tentación y fui a preguntarle al farmacéutico por Aquíserá. Tuve que comprar algo y compré ibuprofeno, para el dolor de cabeza.
Me contó que Aquiserá está en el hospital, con las dos piernas rotas, pero fuera de peligro. Ahora no hace otra cosa que decir “pronto será, pronto será”. Tiene aturdidas a las enfermeras con ese soniquete. Parece que este hombre está así por un desengaño amoroso. Su mujer le dejó. Pienso yo que no le dejó por otro, le dejó por pesado. Por insistir tanto con determinadas cosas. Pero no se lo digo al farmacéutico, que dice que le echa de menos ahí, en la esquina, agarrado al semáforo.
4 comentarios:
Tu Aquiserá me ha hecho recordar a un tipo que se ponía en El Molinón detrás de mí. Cada vez que atacaba el Sporting, comenzaba su letanía nerviosa: ciba (o ziva, quién sabe), ciba, ciba, ciba... Todavía eran gradas de pie y a la vez que aceleraba el ritmo de aquel conjuro se iba inclinando sobre el espectador que tenía justo debajo, hasta casi cabalgar sobre su chepa. Ciba lo llamábamos. Iba al partido con un botellín de Fundador y unos caramelos de miel y limón. Repeinado y con olor a Varón Dandy. Cuando le pasaba el desasosiego, parecía un tipo de lo más pacifico. Y normal.
Un abrazo.
Me gusta mucho La luz tenue, José Manuel. Es un verdadero placer leerte. Un saludo.
Diarios, cono� a uno que hablaba tanto de desastres y "racatombes" que todo lo que hab�a a su alrededor se derrumbaba y solo �l quedaba en pie.
Un saludo.
Jes�s, gracias por leerme. Yo tambi�n leo tu blog. Ya estoy terminando Innisfree, y me gusta mucho.
Publicar un comentario