lunes, agosto 11, 2008

Constatación
Si tienes tiempo siéntate un rato y acaríciate el cuero cabelludo con paciencia, poco a poco, relajadamente. Flexiona los codos, articula tus manos, y aprieta con la yema de los dedos sobre tu cabeza. Sin masajear, solo palpando. Verás como, más pronto o más tarde, encuentras una especie de hoyo, una pequeña hendidura en tu perímetro craneal. Pues bien: por ahí es por donde se escapan todas tus ideas geniales que nunca consigues llevar a la práctica.

No hay comentarios: