miércoles, agosto 20, 2008

Verano
Estas tardes de verano de Madrid, esta flama que nos quema.
Paseas y te ves reflejados en los escaparates de las tiendas, todas cerradas hasta septiembre (ambos inclusive, siempre amos inclusive). Las aceras, los portales, los árboles, todos los objetos lucen como un polvillo de no ser usados. Están las terrazas de los bares llenos de gente cansada, que se toma la cerveza como medicina. Los semáforos tienen una cadencia de película sueca y hacen que esperes para cruzar (ahí quietecito) aunque no se vea un coche en kilómetros a la redonda.

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