viernes, junio 15, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Hubo un día en el que Casimiro estuvo a punto de ser nombrado delegado de la empresa en la zona Centro. Durante un tiempo estuvo en una nube, pero luego le hicieron bajar de ella. Se puede decir que no es delegado de la zona Centro porque no tiene un par de tetas. Nombraron a su competidora porque estaba mejor preparada, porque tenía un mejor nivel de inglés y porque luce unos pechos tan empingorotadoque provocan el mareo en el señor que se le ponga delante.

Su jefe le llamó al despacho y se lo explicó como el profesor al alumno, didácticamente. Te falta ambición, acabó por decirle, resumiéndolo todo. Durante unos días a Casimiro le pareció más amargo el café de la máquina. Y también: más lenta la fotocopiadora, el despacho compartido más estrecho, los pasillos más lúgubres.

Cuando la empresa sea absorbida por los holandeses se producirá —siempre sucede— un nuevo cambio de papeles. Algunos caerán y otros ascenderán. Los hay, también, y ahora, que están en el paro, debido a la crisis. Casimiro, con su edad, solo aspira a mantenerse ahí. Está dispuesto a atarse a la máquina del café, o a encerrarse en el ascensor, o a camuflarse vistiéndose de armario, pero no quiere, por favor, que le manden al paro.



2 comentarios:

P. Belano dijo...

La historia de Casimiro es la de muchos. Sus miedos también. Un exceso de competencia en todos los ámbitos.
Sin bajar el nivel!!

la luz tenue dijo...

Todo está mal. Casimiro mira alrededor y ve lo que hay.