viernes, julio 27, 2007

Pueblo (IX)
Frente a la puerta de la iglesia hay un banco de piedra y allí me siento algunos domingos para oír cómo la pesada puerta se abre y se cierra al paso de los fieles, chirriando sus bisagras y dejándome atisbar la luz de dentro.

2 comentarios:

Mamen Alegre dijo...

Y ¿Te diste cuenta que cuando hace mucho calor es como si abrieras un frigorífico? (En los pueblos nevera)
¡¡Que calor!!

Mágníficos estos "Pueblos". :)

la luz tenue dijo...

Sí, y si colocas las palmas de las manos sobre la superficie de los bancos de madera parece como si te acariciaran...
Un saludo, Malegar.