sábado, enero 12, 2008

Literatura
Todavía, después de tanto tiempo, cuando crees que esa sensación pasó para siempre, que uno es mayor para ciertas cosas, sigues sintiendo esa taquicardia característica de abrir un libro y quedarte maravillado con sus primeras páginas, como si algo fuera a explotar.
Porque hay libros buenos (olvidemos los malos) y hay libros, muy pocos, que te agarran el corazón.

3 comentarios:

conde-duque dijo...

Pues sí, así es. Incluso hay textos que ni siquiera son libros y que también pueden conmovernos (y no señalo a nadie, J.M.).
Un saludo.

La de la ventana dijo...

Totalmente de acuerdo con el Conde-Duque.

la luz tenue dijo...

Un abrazo, Conde-Duque.
Y gracias, Teresa.