miércoles, junio 27, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo C)

Juan conoce en los bares a gente rara.

No quiero juzgar, pero es verdad que hay gente rara de cojones, le dice al hombre que se  acoda junto a él en la barra.

Claro, dice el otro, tú mismo eres raro. Yo soy raro. Mira al camarero.

El camarero no es raro. El camarero es bizco, tío, y no es culpa suya. Dice Juan. Por ejemplo: Conozco a uno que trabaja de enterrador y que entierra completamente borracho a los muertos. Eso es ser raro. Está borracho desde por la mañana temprano. Alguna vez no va a acertar en el agujero con el muerto, te lo digo yo. Se ríe delante de los deudos. Se ríe con una risa floja que pone nervioso.

¿Hace daño a alguien?, pregunta el contertulio.

No creo. Si luego es un buen chaval. Dice que bebe porque no aguanta tanta tristeza.

Lo importante es que no sea un hijo de puta. ¿Es un hijo de puta?

No, dice Juan.

Pues entonces déjale que se ría.

lunes, junio 25, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

Pili se ha pintado el pelo de azul. Pili se compra ropa en tiendas en las que solo admiten jovencitas estreñidas. Pili camina más erguida, ella misma lo nota. El otro día desayunó café con churros, y al día siguiente también. Y sin remordimientos. Y sin ardor de estómago, con lo mal que le sentaban antes. A Pili le ha cambiado la vida León, su nuevo amor. A Pili le ha cambiado León hasta el metabolismo.

Lo último es que Pili quiere arreglarse las tetas. Pidió hora en una clínica en la que tenían el aire acondicionado al máximo. En la sala de espera todas tiritaban. Pasó a consulta y el médico le dio presupuesto detallado después de pintar con rotulador su pecho. Un poco por aquí, un poco por allá.

León, mi amor, que voy a tener tetas caribeñas.

Mi amor, que tus pechos ya son hermosos.

Me da igual. Las quiero grandes y empinadas.

Será muy caro.

No tanto. La crisis. Con la crisis todo baja. Y además, se pide un crédito. Los créditos los deniegan para el ladrillo. Para unas buenas tetas me lo dan nada más pedirlo. 

Mi amor.




viernes, junio 22, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo A)

Nuri pone encima de la mesa una bandejita con una ensalada y un yogur y se dispone a cenar frente al televisor. El verano está aquí. La ventana abierta deja entrar un poquito de aire, lo suficiente para echar de menos la calle. Nuri quiere irse de vacaciones. Hay un club de separados al que pertenece que organiza viajes. No le importaría apuntarse a un crucero. Quizás en un barco de esos le sonreiría la suerte y conocería a un hombre verdadero, un ser íntegro. Sería un ser generoso, guapo, guapísimo, que vendría escaldado de una relación anterior, como ella, igual que ella, y que, nada más verla, la reconocería como la mujer de su vida.

Nuri aparta la bandeja con la ensalada y el yogur y se estira en el sofá. Comienza a acariciarse. Sí, ¿cómo se llamaría? Andrés, por ejemplo. Se conocerían en la cubierta principal y él…

miércoles, junio 20, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero D)

Ion Taina acude a Correos para enviar un giro internacional a su país.

¿Cuánto es el comisión?
           
Ocho cincuenta hasta trescientos. Once hasta quinientos — dice el empleado de Correos, que le suministra el formulario verde.

Mucho el comisión, demasiado el comisión —dice Ion, que todos los meses se queja de lo caro que resulta enviar el dinero.

Ion rellena el formulario con parsimonia. Aprieta el bolígrafo. Tiene una letra limpia y clara. Luego cuenta el dinero y lo pone encima del mostrador.

Se dirige al funcionario de Correos, pero en realidad se habla a sí mismo: Mi suegra lo espera. La comida de mi niña cuesta mucho. No me tomo ni una cafelita, todo para la Romania, todo para la Romania.


lunes, junio 18, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

Paquita está muy sola y le gustaría tener a alguien a su lado para poder ordenarle las cosas, la vida, el horario. Le tendría limpio como el jaspe y se dedicaría a hacerle feliz con todas sus fuerzas. Le haría feliz aunque no quisiera. Pero, ¿quién no desea ser feliz?

Su marido se le murió a traición, sin avisar, hace ya diez años. Era un buen hombre, un pequeño paquidermo con la piel muy dura y con ojos vidriosos que se dejaba llevar por las sendas de la rutina sin oponer resistencia. 

Sus dos hijas viven lejos. Una es la esposa de un guardia civil destinado en un pueblo de Castilla y parece que alguna característica de la Benemérita ha calado en ella,  porque cuando viene a verla en navidades le grita mucho y quiere organizarle la vida. Ya ves, organizarle la vida a ella. La otra trabaja en Londres de enfermera. Ninguna de las dos la llama a menudo. La británica dice que hablar con ella por teléfono la pone nerviosa.

viernes, junio 15, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Hubo un día en el que Casimiro estuvo a punto de ser nombrado delegado de la empresa en la zona Centro. Durante un tiempo estuvo en una nube, pero luego le hicieron bajar de ella. Se puede decir que no es delegado de la zona Centro porque no tiene un par de tetas. Nombraron a su competidora porque estaba mejor preparada, porque tenía un mejor nivel de inglés y porque luce unos pechos tan empingorotadoque provocan el mareo en el señor que se le ponga delante.

Su jefe le llamó al despacho y se lo explicó como el profesor al alumno, didácticamente. Te falta ambición, acabó por decirle, resumiéndolo todo. Durante unos días a Casimiro le pareció más amargo el café de la máquina. Y también: más lenta la fotocopiadora, el despacho compartido más estrecho, los pasillos más lúgubres.

Cuando la empresa sea absorbida por los holandeses se producirá —siempre sucede— un nuevo cambio de papeles. Algunos caerán y otros ascenderán. Los hay, también, y ahora, que están en el paro, debido a la crisis. Casimiro, con su edad, solo aspira a mantenerse ahí. Está dispuesto a atarse a la máquina del café, o a encerrarse en el ascensor, o a camuflarse vistiéndose de armario, pero no quiere, por favor, que le manden al paro.



miércoles, junio 13, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

Mario le echa un vistazo al resultado de los análisis. Colesterol y ácido úrico altísimos, que se suman a la hipertensión de siempre. El médico le asustó. Marga, mientras le acariciaba la calva, le dijo que no quería quedarse viuda. Y no sonrió: simplemente abrió mucho los ojos, como cuando amenaza a sus alumnos. Sus dos hijos hace tiempo que se ríen de su barriguita. Juan atribuye todos sus males al paro, a la ociosidad, a la ausencia de esperanza, pero sigue las indicaciones del médico y a primera hora de la mañana sale a caminar. Una hora. A paso rápido. Hasta que sude, le ha dicho el médico.

Resulta que la calle está llena de gente que camina. Mujeres que más que andar trotan, de cuatro en cuatro, de cinco en cinco, ocupando la acera. Hombres que dan pasos larguísimos, como si estuvieran enfadados y tuvieran prisa por llegar a la próxima esquina. Una barrendera guapísima con gafas de sol, un operario que carga una bombona de oxígeno, una pareja de ancianos —ella con moño, él con bastón— que espera en un paso de peatones.

Un señor que pasea al perro se queda mirándolo cuando el animal encoge las ancas y aprieta. Un momento de expectación. ¿Ya? Pregunta el dueño en voz baja, con mirada extasiada. Parece que no. ¿Ya? Pregunta de nuevo. Y ya parece que sí, que el perro ha defecado y que pueden continuar.

Juan suda y sí, disfruta de la mañana. Luego comprará el pan, hará las tareas de la casa y mandará cincuenta currículos. O mejor, cien.

lunes, junio 11, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

Todos los viernes a la señora Gladys la asaltan presentimientos. Ella procura contrarrestarlos con mucho ajetreo en la cocina, pero los presentimientos, según avanza el viernes, se adueñan primero de su cabeza y después de su pecho, lugar en el que anidan hasta que llega por fin Facundo de la obra, sano y salvo. Ella no sabe cómo va a llegar su marido porque a él y a sus compañeros les gusta tomar y tomar el día de paga. Comienzan bebiendo tranquilamente y acaban añorando su país, beodos y pendencieros. Comienzan echándose la mano al hombro y acaban tirando de navaja. Su Facundo procura ser de los primeros en volver a casa, porque sabe que allí está Gladys, con un plato humeante encima de la mesa y su pecho como un velero en el que atracar, pero hay otros que están solos, que duermen en habitaciones hediondas y hasta los hay que duermen en casetas de la luz o en la calle, y esos son los que más toman y a los que se le pone la cara compungida y se defienden a gritos y navajazos.

viernes, junio 08, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe está sentado en el banco, junto al estanque, entre sol y sombra. Un cisne retuerce su cuello con elegancia pero el señor Felipe lo desprecia y mira a lo lejos, a la línea del horizonte que va a morir en el centro comercial. El señor Felipe ha visto muy poco, pero ha visto lo suficiente: a su lado, en el banco, una adolescente fuma.

No fumes, nena. Le dice.

Váyase a tomar por saco, contesta la muchacha.

Fumar es malo. ¿Quieres un chicle?

No.

En unos años te ahogarás cuando eches a correr.

No necesito correr.

Nena, eres muy joven, así que debo decirte que te queda mucha vida para correr. Te perseguirán.

¿Quién me va a perseguir?

Los malos. Te perseguirán los malos y tendrás que correr.

miércoles, junio 06, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo D)

Le dice el encargado a Loli que saque las naranjas del lineal, que coloque manzanas en pirámide y que ponga barquetas de setas al lado de los pimientos. No llega la hora de la merienda nunca y cuando llega le cuentan las compañeras cosas sobre las cacas de sus críos recién nacidos o sobre las hipotecas o sobre sus maridos que se fueron de juerga el sábado, y a Loli le parece que está encerrada en una jaula y que vive comiendo el puto alpiste que le da la empresa, así que cuando termina el cigarrito y vuelve de la merienda está decidida a estudiar para hacer el acceso al módulo de segundo grado y hacer uno de fotografía, de electricidad o peluquería. Lo que sea, pero no verle más el careto a este tío de las manzanas y de los pimientos que se le acerca demasiado cuando le habla. Rescatará los libros del armario escobero en el que los guardó o mejor se meterá ella en el armario, retirará las escobas y los cepillos y allí mismo se pondrá a estudiar como le aconsejan sus viejos, sin respirar, concentrada, sola en el armario escobero.

lunes, junio 04, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo C)

Juan es el más inoperante de los maridos y un desastre como padre de tres hijos, pero de todos sus defectos el que en general irrita sobremanera a su familia es esa manía de reírse a destiempo y poner cara de estúpido cuando alguien cuenta algo extremadamente serio.

Se ríe cuando la vecina cuenta al subir al ascensor que a su nieto le han diagnosticado una enfermedad rara y muy grave que se llama Anemia de Fanconi y ni siquiera espera a que la buena señora explique algo de los síntomas para, entre carcajadas, comentar que “debe ser chungo no poder comer pasta italiana Fanconi pero que seguro que el crío puede comer pastas Gallo”. La señora sube al ascensor, aturdida por la falta de sensibilidad de Juan, al que su hijo mayor le dice “papa, ¿estás tonto o qué?

Juan se larga al bar, a tomarse el primer copazo de la tarde y a esperar que le aflore la sensibilidad, que normalmente aparece a la cuarta o quinta copa. Entonces sí, entonces a Juan se le pone cara de concursante televisivo a la hora de perder los millones del gran premio y ya es capaz de confesar en la barra al mismo diablo o a cualquier voluntario de ONG, lo mismo le da.

viernes, junio 01, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo B)

Son las cuatro de la mañana y Pili vuelve a casa. Viene del baile. Quién se lo iba a decir a ella. Casi a los cincuenta, y del baile. Y no vuelve sola, vuelve acompañada por este tío enorme, moreno, con esta sonrisa tan grande que parece el parabrisas de un coche. Resuenan sus tacones en la acera. Es una luz bonita la de las cuatro de la mañana, piensa en un segundo. Van abrazados y él le susurra algo al oído, pero Pili no se entera. No van en barca, mecidos por las olas, pero a ella se lo parece porque está levemente mareada.

León, que me mareo.

Mi amor, claro que estás mareada. Has bebido.

León, me lo he pasado muy bien.

Y yo, mi amor.

León, ¿me vas a clavar tus garras?

Sí, mi amor.

Clávame tus garras, León.






miércoles, mayo 30, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo A)

Nuri lee muchos libros de psicología, de esos de autoayuda que ponen ejemplos muy fáciles para que los entiendan hasta las personas que no pueden concentrarse durante un minuto en la misma idea. Gente de pensamiento disperso, como ella misma. Nuri, si quiere meditar sobre una idea, acaba pensando siempre en lo mismo: él y por qué la abandonó. Si quiere hacer un ejercicio de relajación y comenzar por los hombros y el cuello, como debe ser, acaba con tortícolis y tiene que tomarse una aspirina y dejar la relajación para otro día. Si quiere disfrutar de una actividad creativa, como le recomiendan en las páginas de esos libros en cuyas portadas figuran mariposas y paisajes con arco iris, empieza emborronando con las acuarelas y acaba haciendo un agujero en el papel y preguntándose por qué y por qué.

lunes, mayo 28, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero D)

Ion estornuda y se suena los mocos. Está solo en la gasolinera en la que trabaja. Los surtidores parecen artilugios de otra galaxia, iluminados en medio de la oscuridad. En la madrugada hay pocos cliente. A veces se acercan a la cabina en la que él se encuentra algunas prostitutas que trabajan en el polígono industrial. Vienen en grupo y se ríen de él. Le ofrecen sus servicios. Eh, tú, gasolinero, le dicen. A veces son tiernas, sus movimientos lentos como cantos de sirenas salidas del fondo del mar, y otras exhiben una brutalidad inesperada, como de adolescentes malcriadas. Se llevan coca colas y chicles de los expositores, y casi siempre lo pagan. El jefe de Ion no las quiere cerca de la gasolinera, pero él poco puede hacer para espantarlas en medio de la madrugada. En cierta ocasión Ion tuvo que salir a defender a una de los ataques de un cliente atiborrado de coca. Gritó como un energúmeno en su idioma (en realidad estaba rezando a voces) y exhibió el palo de la fregona. Al final el tipo guardó la navaja, subió a su deportivo partiéndose de risa, derrapó un par de veces y se marchó.

viernes, mayo 25, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero C)

A Paquita le gusta el señor Felipe, el vecino del Bajo A, tan formal. Quizás sea un poco mayor para ella, pero parece serio y ordenado. Va siempre tan limpio. A Paquita le encantaría ver el cajón de la ropa interior de ese hombre. Por sus calzoncillos les conoceréis. Además, siempre que se encuentran en el portal el señor Felipe le da los buenos días mirándola fijamente, como si además de los buenos días quisiera decirle otra cosa. Ella se demora un segundo, quizás dos, mira de reojo, antes de comenzar a subir la escalera con la bolsa de la compra. Mete la llave en la cerradura con la esperanza de escuchar otra palabra de ese hombre tan serio y que siempre aparenta estar de mal humor.

miércoles, mayo 23, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Casimiro hace una pausa. Se afloja la corbata y se acerca a la maquina del café. Los balances están por los suelos, todos lo dicen junto a la máquina del café. No hay ventas, ni perspectivas. La esperanza de que la empresa sea absorbida por los holandeses. Que hagan una escabechina, pero que salven algo. A los últimos les dieron el finiquito antes de navidad, un viernes. A las ocho de la mañana el guarda tenía cerradas las puertas del vestíbulo. Hacía frío. Las baldosas brillaban, pulidas y relucientes. Alguien dijo que necesitaba un café. Bajó el jefe de personal y nombró a los miembros de una lista que llevaba en las manos. Pasaron de uno en uno a una salita. Los demás pudieron subir a trabajar. Casimiro se salvó. El guarda sonreía, acariciándose la porra.

lunes, mayo 21, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

Domingo al mediodía. Están en un bar y Mario echa cuentas. Cuatro parejas, ocho personas. Mínimo cuatro rondas; cada una de ocho consumiciones. Cada ronda, aproximadamente quince o veinte euros. Veinte euros en cerveza, vino o vermut. Veinte euros que tendrá que sacar de la cartera. Veinte euros que mañana, lunes, cuando vuelva a enviar currículos, darían para un par de kilos de carne. O para cuarenta barras de pan. O para unos cuantos kilos de fruta, pongamos diez de kiwis, o quince de plátanos, que ahora están de temporada. Veinte euros.

Hace tiempo que no ven a estos amigos. Marga está radiante. Pela un langostino, come una aceituna, bebe del vaso mojándose los labios. De vez en cuando ríe a carcajadas, como si pusiera unas comillas a la conversación, como si le diera un puntapié al lunes. La situación económica, la final de futbol, los niños y su educación. Veinte euros ahora que ya no cobra paro, veinte euros que dan para veinte litros de leche, veinte euros de currículos. Pon otra ronda, le dice Mario al camarero.


viernes, mayo 18, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

La señora Gladys sale a la calle cargada con una bolsa de Carrefour y recorre unos metros hasta llegar a los setos del jardín. Se oyen maullidos y al momento hay un montón de gatos restregándose entre sus piernas. Ella saca unas tarteras, las destapa y las coloca en el suelo.

* Aquí estoy, mis mininos.

Hay arroz, macarrones con tomate, bolitas de carne, un puré verde con maiz.

Los gatos se arremolinan a su alrededor. Con el movimiento lánguido de sus cuerpos sus cabezas parecen empequeñecerse; sus rabos se yerguen, sus cuerpos se estilizan, parecen no tener columna vertebral. Cada par de ojos mira sin agradecimiento.

* Negrito, quieto ahí. Tuerto, adelántate, que se lo comen todo. Duquesa, aprovecha.

Gladys se limpia las manos en la pechera. Los gatos se relamen. Gladys quiere que llegue pronto Facundo de la obra. Está deseándolo.

miércoles, mayo 16, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe es llevado por su hijo a la consulta del oftalmólogo. Tiene cita desde hace seis meses. El médico le coloca unas gafas gordas y redondas y alternativamente cambia las lentes en cada uno de sus ojos.

—Dígame qué ve.

—Un día muy bonito.

—Digo en la pantalla de enfrente.

—Veo un elefante con la trompa inhiesta. Un coche arrastrado por la grúa. Un peine boca arriba.

—¿No ve usted letras en la pantalla?

—No.

—En la pantalla hay letras.

—Yo veo en la pantalla lo que quiero ver. A mi edad tengo derecho a ciertas cosas, doctor.

—Así no voy a poder graduarle la vista.

—Yo lo que quiero es irme a mi casa.

lunes, mayo 14, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (segundo D)

Está Loli tendida en el césped del parque y abraza a su chico sin ganas de especular. Ya ha anochecido y ella hurga con su lengua en la de él y él en la de ella. Siente en la espalda el frescor de la hierba y alguna piedrecilla que se le clava en los omoplatos, pero todo va viento en popa con él encima, tras una jornada de códigos nulos, ventas anuladas y rosquillas en oferta. La vida de cajera de supermercado es muy dura, piensa. Sobre todo la tarde de los viernes. Él le hace cosquillas en la argolla que le cuelga de la nariz y ella acaricia con la yema de los dedos, Loli, Loli, su nombre tatuado en el antebrazo. Dentro de nada llegarán los colegas y todo comenzará a girar, de nuevo, sin parar, hasta el lunes.