jueves, abril 29, 2010

Historias del paro (XIV)

Nos llamó el Jefe de Ventas a su despacho. Mostró diagramas. Habló de expectativas. Llegó un momento en el que solo esa palabra ocupó mi atención. Expectativas, expectativas. Supe que las expectativas serían mi ruina. Pero también pensé que yo no sería de los primeros. Creí que su mirada había sido más dulce al posarse en mi rostro, porque aguantaba la mía sin pestañear. Creí que me comunicaba su decisión salvadora sin palabras.

4 comentarios:

Randle dijo...

He sabido del lugar por el Diario El País en las páginas de cultura.

Un placer conocerlo.

Manuel Abacá dijo...

Me alegró leer que te nombraban en EL PAÍS.

la luz tenue dijo...

Gracias, Randle, por pasar por hacer un alto en el camino y leer estos textos.
Un saludo.

la luz tenue dijo...

Gracias, Manuel.
La verdad es que alegra bastante que te mencionen entre tanto nombre ilustre.
Un saludo.