miércoles, noviembre 29, 2006

Peluquero
Voy a cambiar de peluquero. En la peluquería a la que acudo ahora me atienden bien, me dan conversación, me masajean la cabeza hasta amodorrarme, pero no me cortan el pelo como quiero. El peluquero que me atiende tiene sus propias opiniones y no me hace caso.
Le digo blanco y dice que sí, pero hace negro. Le digo que me corte igual de arriba que de abajo y dice que sí, pero luego me corta mucho más de detrás de las orejas, con lo que me queda la cabeza como la de un roquero de los setenta.
Es mirarme al espejo y acordarme del peluquero. Es ver que no obedece mis instrucciones.
Siempre procuro estar atento, para que me corte el pelo como yo quiero, pero me habla, me cuenta, me distrae... y consigue cortarme el pelo como él considera que me queda mejor. Sé que lo hace por mi bien, pero voy a cambiar de peluquero.

2 comentarios:

Mabalot dijo...

Me pasa eso desde niño. No hay más peluqueros. Ya me resigno.

la luz tenue dijo...

La gente hace las cosas por nuestro bien. Pero es que las cosas se pueden hacer bien de muchas maneras.