Intruso
El intruso se sienta en la cama. Ha recorrido la casa, abierto los armarios y manipulado el mando a distancia del televisor. Llegó aquí porque la puerta estaba abierta. Sigue sentado en la cama. Se mira en el espejo. Se mira y entonces recuerda que no es un intruso: esta es su casa, este es su dormitorio, este es su espejo.
2 comentarios:
Me encanta. Llego a ti a través de El evangelio de la risa loca. En un día encuentro dos tesoros.
Me alegro de que te guste, malabot. Yo también te visitaré.
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